La conexión navarra

Santos Cerdán, promotor de la carrera política de Koldo García desde Navarra al ministerio de Transportes

La investigación de la Guardia Civil ha terminado salpicando al actual secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, quien apadrinó en el PSOE a Koldo García

Pedro Sánchez y Koldo García.

La mancha de aceite tiende a extenderse hasta completar un lamparón, más grande o más pequeño, según la cantidad de producto vertida. Pues bien, a algo así podría asemejarse el ‘caso Koldo’, que empezó con unas gotitas en forma de comisiones por la venta de mascarillas en la pandemia del Covid-19 desde su posición privilegiada dentro del ministerio de Transportes. Koldo García Izaguirre obtenía, presuntamente, cuantiosas comisiones junto al empresario encausado por varios delitos, Víctor de Aldama de éste y otros negocios como, al parecer, la adjudicación de obra pública a empresarios a cambio de importantes sumas de dinero. Pero ¿hasta dónde llega el cerco político grasiento de esta trama de corrupción?

Poco tiempo después de la detención de Koldo García en 2024, esa mancha empezó a salpicar al ex- ministro de Transportes y antiguo secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, responsable directo de su asesor en el ministerio y hombre para todo Koldo. Del ‘caso Koldo’ pasamos al ‘caso Ábalos’, mientras la investigación judicial intenta determinar si el epicentro de la trama sobrepasa políticamente al que fuera la mano derecha de Pedro Sánchez hasta que en 2021 decidió prescindir de su colaboración. Aldama señaló a otros ministerios e incluso al propio Sánchez, algo que le permitió abandonar la prisión provisional por colaboración y la promesa de aportar información sobre la causa.

Uno de los marcados por Aldama por el que extiende la sombra de la sospecha es Santos Cerdán, secretario de Organización del PSOE. Según ha desvelado este periódico la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil (UCO) trabaja en un informe sobre Cerdán que han definido como demoledor, “una pieza clave de un entramado que se dedicaba presuntamente al cobro de comisiones ilegales a empresas a cambio de la concesión de obras y que actuaría como una “organización criminal”.

El diputado socialista Santos Cerdán durante el Pleno del Congreso celebrado este martes.
EFE/Juan Carlos Hidalgo

A Santos Cerdán en muy pocas ocasiones se le oye hablar en público, es lo que llaman en los partidos un fontanero. Su actividad se ejerce hacia adentro, apretando y soltando manillas en las federaciones o engrasando relaciones con otras formaciones, por ejemplo, es el seleccionado para negociar con Carles Puigdemont y, sobre todo, hombre de la máxima confianza del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

Cerdán viene de Navarra, concretamente es de la Ribera, del pueblo de Milagro, donde las mayorías políticas están en manos de Unión del Pueblo Navarro y Partido Popular. Un compañero de militancia socialista en la juventud lo define como oficialista, siempre en línea con la cúpula del partido en Navarra, en clara confrontación con la minoría socialista que no estaba de acuerdo con las alianzas del PSN con la derecha navarra.

Así llegó a la secretaría de Organización del Partido Socialista Navarro, donde permaneció hasta 2017. Allí empezó a fraguar el liderazgo de la actual presidenta de la Comunidad Foral, María Chivite, quien aterrizó en la secretaría general en 2014, en un partido en horas bajas, un partido que llevaba sin liderar Navarra dieciocho años, con Mariano Rajoy gobernando con mayoría absoluta y un recién llegado nuevo secretario general del PSOE ese año, Pedro Sánchez, que batía en primarias a Eduardo Madina y José Antonio Pérez Tapias. Aún quedaba un largo camino por delante.

EFE/ Jesús Diges

El punto de inflexión llega con la abrupta salida de Sánchez de la secretaría general, por su oposición a facilitar la investidura de Mariano Rajoy ante la falta de mayorías y frente al riesgo de volver a las urnas una tercera vez. El PSOE se abrió en canal ese otoño de 2016, una gestora tomó las riendas socialistas y Sánchez se montó en un coche para recabar los apoyos necesarios que le restituyeran como secretario general. Aquí aparece de nuevo Santos Cerdán como el máximo valedor de la arriesgada apuesta de Pedro Sánchez.

Antes, una comida en San Sebastián encabezada por Odon Elorza, ex alcalde de Donostia, y un socialista navarro, fraguó una reunión en el Ateneo de Madrid donde se dio el último empujón para que Sánchez volviera de nuevo a reconquistar el PSOE. El encargado de silbar en el oído del actual presidente fue Santos Cerdán que intervino directamente para decirle que era él de nuevo quien debía intentarlo o Elorza sería la alternativa. A partir de ese momento, Cerdán ha sido su escolta más activo.

Por aquel entonces, no fueron pocas las veces que Sánchez pasó por la casa de Cerdán en Milagro, hasta que al final el milagro del regreso de Pedro Sánchez a la secretaría general se materializó en 2017.

Coincidiendo con esta maniobra a nivel nacional, otra se estaba llevando a cabo en Navarra. El PSN tenía que salir de la irrelevancia y se dio el gran cambio de guion de la política foral. Las máquinas pensantes del Paseo de Sarasate, al mando de Santos Cerdán, anunciaron una nueva etapa del partido, era el momento de abrirse. Navarra estaba gobernada por el cuatripartito de Uxue Barkos que había desalojado a UPN. Un Gobierno formado por Geroa Bai, EH Bildu, Podemos e Izquierda-Ezkerra. Atrás quedaban los tiempos del agostazo y el mayazo donde Ferraz había impedido los pactos con las fuerzas de izquierda y los independentistas. Cerdán lo tuvo claro, si querían volver al Palacio Foral las alianzas tenían que ser otras y en dos años María Chivite se convirtió en la nueva presidenta con el apoyo de Geroa, la izquierda y el apoyo externo de Bildu, hasta la actualidad.

EFE/Jesús Diges

Koldo García aparece en el entorno del PSN de manera sorpresiva, nos revela nuestra fuente. Lo define como alguien siniestro, como si de repente llegara un agente secreto atento a todo y a todos, pero que al final se hizo su hueco o, más bien, le hicieron hueco con el asentimiento de Santos Cerdán. García fue concejal en Huarte, localidad cercana a Pamplona en 2011. Tomó posesión como edil precedido por la polémica, y es que dos días antes la Audiencia Provincial de Navarra le había condenado por agredir a un menor de edad del entorno de la Izquierda Abertzale durante la final del mundial de fútbol de Sudáfrica. No era la primera condena y siempre por agresiones desencadenadas por cuestiones ideológicas anti-independentistas.

En 2015 fue incluido en las listas al Parlamento Foral en la candidatura de María Chivite. A pesar de las polémicas, en la Fiesta de la Rosa del PSN de ese año Santos Cerdán presumió ante Pedro Sánchez del colaborador para todo Koldo García, mientras éste demostraba sus dotes deportivas como aizkolari. De ahí nació algo, aunque no está claro cómo el triángulo Cerdán, Koldo García, Ábalos termina por llevar al que era portero de puticlub, a Madrid en 2018 al ser nombrado asesor de José Luis Ábalos cuando estaba la frente del ministerio de Transportes, Movilidad y agenda Urbana. Lo que es cristalino es que el valedor político de Koldo García fue Santos Cerdán, a él le debe una carrera política de altos vuelos, sin ninguna preparación y con numerosos antecedentes.