La etapa del embarazo es muy bonita por un lado, pero conlleva posibles dificultades que pueden poner en riesgo la salud de la madre y la del bebé. Una de ellas es la colestasis intrahepática, que no es extremadamente común pero puede suceder.
Esta afección provoca picazón intensa y complicaciones graves. Por ello, es importante conocerla, así como sus causas, síntomas y posibles tratamientos.
Qué es y cómo afecta al embarazo la colestasis intrahepática

La colestasis intrahepática del embarazo (CIE) es un trastorno hepático que ocurre durante la gestación, generalmente en el tercer trimestre. Se caracteriza por una alteración en el flujo de bilis desde el hígado hacia el intestino. Esto provoca una acumulación de ácidos biliares en la sangre.
Esta condición afecta aproximadamente a 1 de cada 1.000 embarazadas, aunque su incidencia varía según factores genéticos y geográficos.
Según la Mayo Clinic, la CIE no suele causar daño hepático permanente en la madre, pero puede tener graves consecuencias para el bebé, como parto prematuro o incluso la muerte fetal.
La causa exacta no está completamente definida, pero según la misma Mayo Clinic, se asocia a diversos factores. Puede deberse a mutaciones genéticas. También a sucesos hormonales, que pueden causar la reducción del flujo de bilis. Seguir tratamientos de fertilidad o atravesar embarazos múltiples, asimismo, son posibles causas.
Los antecedentes familiares son uno de las principales causas, ya que si se ha atravesado CIE en los vínculos familiares más directos, el riesgo de padecerla aumenta hasta el 90%.
Síntomas y consideraciones principales
El síntoma más destacado es una picazón intensa, especialmente en palmas de las manos y plantas de los pies, aunque puede extenderse a todo el cuerpo. Suele empeorar por la noche y puede ser tan molesta que afecta el sueño y la calidad de vida.
Otros síntomas menos frecuentes incluyen: la coloración amarilla de los ojos y/o la piel (ictericia), cambios en los colores de la orina y las heces, náuseas, pérdida de apetito, fatiga…
El diagnóstico habitual de la colestasis intrahepática se suele dar a través de los análisis de sangre y de ecografías hepáticas, evaluando los niveles de diversos ácidos y enzimas. El tratamiento, por su parte, pasa por tomar un tipo de ácido que mejora el flujo de la bilis y disminuye la picazón, el ácido ursodesoxicólico.
A partir de entonces, también se lleva un monitoreo del feto con mayor frecuencia. Y si los niveles ácidos siguen siendo elevados, probablemente se provocará un parto anticipado. Pero sólo si es extremadamente necesario.
La colestasis intrahepática del embarazo es una condición seria pero manejable. Aunque la picazón es el síntoma más molesto, el mayor peligro radica en las complicaciones fetales. Por ello, es crucial anticiparse y realizar varios chequeos médicos, así como seguir las indicaciones y tratamientos pertinentes de los médicos.
Si sientes estos picores con frecuencia, no dudes en coger cita con tu médico o acudir a urgencias cuanto antes. De este modo, se podrán realizar las comprobaciones pertinentes y empezar con los tratamientos necesarios para tu salud y la del bebé en camino.