Hay personas a las que les puede costar mucho expresas e identificar sus emociones. En algunos casos, no es cosa de un bache momentáneo, sino que se manifiesta continuamente y se hace muy cuesta arriba. En el ámbito de la psicología, este rasgo se conoce como alexitimia.
Hemos hablado con un profesional de la salud mental para que nos explique qué es y cómo se manifiesta normalmente esta condición. Asimismo, el experto ofrece una explicación sobre cómo se puede tratar este problema que compromete la salud mental de muchas personas en nuestro país.
Francisco Rivera, psicólogo: “Las personas con alexitimia experimentan emociones, pero les cuesta nombrarlas, distinguirlas o comunicarlas a los demás”

Con el fin de entender mejor qué es la alexitimia, hemos hablado con el psicólogo Francisco Rivera Rufete, de la clínica Unobravo.
La definición breve de esta condición, para él, es “la dificultad para identificar, comprender y expresar las propias emociones”. A las personas que la padecen, les cuesta mucho distinguir y expresar las emociones que sienten.
El experto aclara que esta “no es una enfermedad, ni un trastorno mental en sí mismo, sino más bien un rasgo psicológico que puede presentarse en diversos grados“.
Esta presión psicológica se manifiesta habitualmente en arrebatos de emociones intensas, como el miedo o la rabia, y directamente como dificultad para describirlas e identificarlas. También se da a la hora de tener dificultades de distinguir un estado emocional de sus consecuencias físicas y las situaciones en las que se producen.
Su origen, principalmente, proviene de una infancia donde no ha habido una educación afectiva ni sobre las emociones y cómo manejarlas.
Existen dos tipos de alexitimia, siendo la secundaria la proveniente de eventos traumáticos o trastornos psicológicos. La primaria se da como rasgo de la personalidad de origen genético o neurobiológico.
Cómo se puede lidiar y superar este rasco psicológico

En caso de que se diagnostique esta condición, es importante saber que “no tiene solución rápida ni remedio universal”, de acuerdo con Rivera.
Por ello, se debe evaluar cada caso de alexitimia de manera individual, e iniciar un proceso con un profesional de la salud mental.
Durante este procedimiento, se estudia su origen y cómo se manifiesta en el paciente. Entonces, el tratamiento pasa por el trabajo en el vocabulario emocional, en el reconocimiento de las emociones, la conexión entre cuerpo y emociones y el desarrollo de una mejor conciencia emocional en el día a día.
Es importante saber que esta no es una “condena eterna ni una condición inmutable”, apunta Francisco. Pero un buen tratamiento puede mejorar considerablemente la relación de las personas consigo mismas, con las demás y con sus emociones.
“Con tiempo, apoyo profesional y un proceso terapéutico personalizado” es como se puede lograr convivir y lidiar con la alexitimia, sentencia el psicólogo.


