El cometa 3I/ATLAS vuelve a situarse en el centro del interés científico mundial tras protagonizar una observación histórica. Desde su descubrimiento en julio, el objeto interestelar solo había sido estudiado desde telescopios terrestres y observatorios en órbita cercana. Pero ahora, por primera vez, la Agencia Espacial Europea ha logrado captarlo con un nivel de detalle inédito gracias a uno de los instrumentos de la misión ExoMars, situado en la órbita de Marte.
El hallazgo supone un enorme paso para comprender la naturaleza del cometa 3I/ATLAS. Un objeto interestelar que se mueve a gran velocidad, posee una estructura peculiar y sigue una trayectoria completamente distinta a la de los cometas típicos del Sistema Solar. La ESA consiguió reducir la incertidumbre sobre su posición y movimiento. Esto permitirá afinar las predicciones de cara a su paso cercano por la Tierra en diciembre de 2025.
El TGO de ExoMars sitúa al cometa 3I/ATLAS como nunca antes
Entre el 1 y el 7 de octubre, la cámara CaSSIS del orbitador TGO —ubicado a unos 400 kilómetros de Marte— dirigió su mirada fuera del planeta rojo para localizar al cometa 3I/ATLAS. A pesar de haber sido diseñada para estudiar la superficie marciana, la cámara logró capturar al cometa desde una distancia de unos 29 millones de kilómetros. Un acercamiento sin precedentes para un objeto de estas características.
Las imágenes obtenidas muestran al cometa 3I/ATLAS como un punto blanco ligeramente difuso, desplazándose frente al fondo estrellado. Aunque la resolución no permitió distinguir su núcleo, sí resultó posible detectar su coma, la nube de gas y polvo que envuelve su interior helado. Este registro fue diez veces más preciso que cualquier medición terrestre previa. Lo que confirma el valor excepcional de la observación marciana.
#3IATLAS update: we’ve just pinpointed the comet’s path with 10 times more accuracy, using data from our @ESA_ExoMars Trace Gas Orbiter spacecraft.😎https://t.co/M5kAleOMsq@esascience @ESA_TGO @esaoperations pic.twitter.com/S1XRR0Rv1a
— European Space Agency (@esa) November 14, 2025
Gracias a estas capturas, la ESA pudo enviar al Centro de Planetas Menores los primeros datos astrométricos obtenidos desde una nave que no orbita la Tierra. El aporte es especialmente relevante para seguir la trayectoria del cometa 3I/ATLAS, que combina una elevada velocidad con un tamaño considerable, convirtiéndolo en un objeto inusual dentro del catálogo de cuerpos interestelares observados hasta ahora.
Esta mejora en la precisión es vital para descartar riesgos futuros. Aunque el cometa 3I/ATLAS no representa ningún peligro para la Tierra, la ESA señala que este tipo de ejercicios permiten poner a prueba los sistemas de alerta planetaria, esenciales para anticipar posibles amenazas procedentes del espacio exterior.
La comunidad científica se prepara para su máximo acercamiento
La ESA continúa siguiendo al cometa 3I/ATLAS desde otras misiones, entre ellas el explorador de las lunas heladas de Júpiter. ¿El propósito? Obtener nuevas mediciones en febrero de 2026. Mientras tanto, astrónomos de todo el mundo aguardan el momento en que el objeto interestelar alcance su punto más cercano a la Tierra. Será el próximo 19 de diciembre de 2025, a unos 270 millones de kilómetros.

Pese a que no podrá observarse a simple vista, su cercanía relativa permitirá que telescopios y sensores de última generación estudien sus características más singulares. El cometa 3I/ATLAS es el tercer objeto interestelar detectado, después de 1I/Oumuamua y 2I/Borisov. Pero sus propiedades —velocidad, tamaño y composición aún por determinar— lo diferencia por completo de sus predecesores.
A medida que se acerca el mes de diciembre, los especialistas esperan que el cometa 3I/ATLAS aporte nuevas pistas sobre la formación de los sistemas planetarios y el tránsito de material entre estrellas. Su paso cerca de la Tierra supone una oportunidad única para estudiar de manera directa un objeto procedente de otro rincón de la galaxia.


