Aunque parezca una contradicción, muchas personas detectan manchas en la ropa justo después de lavarla y tenderla. Eso genera confusión y frustración. Este fenómeno, cada vez más habitual, suele tener un origen sencillo pero desconocido. Se trata del error al tender la ropa tras haber usado un exceso de detergente o suavizante durante el lavado.
Lejos de ser un problema de la lavadora o de la calidad del tejido, este error al tender la ropa se origina incluso antes de colgar las prendas. La clave está en cómo y cuánto producto se utiliza durante el proceso de lavado. Un gesto automático, como añadir un poco más de detergente “por si acaso”, puede tener consecuencias visibles en la limpieza final.
Demasiado detergente: más no es mejor
El uso excesivo de detergente es uno de los errores al tender la ropa más frecuentes. Especialmente cuando se busca potenciar la limpieza o el aroma de la colada. Sin embargo, este hábito tiene el efecto contrario. Los restos de producto que no se eliminan correctamente durante el aclarado terminan adheridos a las fibras de la ropa.
Al tender la ropa, sobre todo si se hace en un lugar con luz directa o poco ventilado, estos residuos tienden a cristalizar o secarse mal, generando manchas blancas, sombras o zonas endurecidas. Este tipo de error no solo afecta a la estética de las prendas, sino que también puede reducir su vida útil.

Algo similar ocurre con el suavizante. Aunque su uso aporta un toque agradable al tacto y al olor, utilizarlo en exceso también es un error al tender la ropa. Muchos suavizantes son espesos y contienen aceites o perfumes que, en grandes cantidades, no se disuelven bien. Al secarse sobre la tela, especialmente en prendas oscuras, pueden dejar marcas visibles que parecen suciedad o grasa.
Además, si el suavizante no se vierte en el compartimento adecuado o si la lavadora está sobrecargada, el riesgo de que estas manchas aparezcan al tender la ropa se multiplica. Por eso, conviene seguir siempre las dosis recomendadas por el fabricante para evitar este error al tender la ropa.
El efecto acumulativo y la importancia del aclarado
Otra consecuencia del abuso de detergente o suavizante es que la lavadora no logra eliminar del todo los residuos. Eso deja restos tanto en la ropa como en el tambor. Este efecto acumulativo puede hacer que, con el tiempo, incluso cargas perfectamente dosificadas terminen saliendo con manchas. Cuando se tiende la ropa, los residuos se secan en contacto con el aire y el sol, haciéndose visibles al ojo.
Este error al tender la ropa también puede agravarse si las prendas no se tienden inmediatamente después del lavado. O si se apilan húmedas antes de colgarlas. Cuanto más tiempo permanezca la humedad atrapada junto a los residuos, más probable es que aparezcan marcas.