La crisis en el Mar Menor vuelve a ocupar los titulares. Casi una década después del colapso ambiental de 2016, la laguna salada más grande de Europa revive un nuevo episodio de anoxia: la ausencia total de oxígeno en sus aguas profundas. Las imágenes de peces muertos han regresado a las playas de Murcia, y los científicos del Instituto Español de Oceanografía (IEO-CSIC) confirman que el ecosistema atraviesa otro momento crítico.
El último informe del IEO, elaborado tras el paso de la DANA Alice a mediados de octubre, advierte que los niveles de oxígeno han descendido hasta valores propios de hipoxia y que, en la zona sur, ya se han alcanzado niveles de anoxia. Una señal inequívoca de que la crisis en el Mar Menor está lejos de resolverse.
La anoxia, una amenaza que no da tregua
La crisis en el Mar Menor comenzó en 2016, cuando el exceso de nutrientes —provenientes de fertilizantes agrícolas y vertidos urbanos— provocó la proliferación masiva de microalgas. Las aguas antes cristalinas se transformaron en una “sopa verde” que bloqueó el paso de la luz y redujo el oxígeno del fondo marino. Desde entonces, la laguna ha sufrido varios episodios de mortandad masiva, con escenas de miles de peces y crustáceos agonizando en la orilla.
El nuevo informe alerta de que la falta de oxígeno, que comenzó hace unos diez días, sigue activa y podría prolongarse. “La duración de esta situación puede ser crítica”, señalan los investigadores del IEO. Si el oxígeno no se recupera, el riesgo de un nuevo colapso ecológico es alto. La crisis en el Mar Menor se convierte así en una bomba de tiempo ambiental, agravada por factores climáticos que aceleran su deterioro.

Las lluvias torrenciales no son nuevas en el Mediterráneo. Pero la crisis en el Mar Menor ha vuelto a demostrar que cada DANA multiplica los daños. El investigador del IEO Juan Manuel Ruiz explica que la entrada repentina de agua dulce tras estos episodios provoca la estratificación de la laguna. El agua menos salina queda arriba y actúa como una barrera que impide la mezcla de capas y la oxigenación del fondo.
“El principal problema ahora es la estabilidad atmosférica. Al no haber viento ni corrientes, esas aguas no se mezclan y el fondo se asfixia”, explica Ruiz en El Confidencial. Las consecuencias son previsibles:
- Muerte de especies bentónicas
- Aumento de la toxicidad
- Acumulación de materia orgánica en descomposición
En otras palabras, un círculo vicioso que alimenta la crisis en el Mar Menor.
Una laguna convertida en laboratorio de emergencia
En este momento, equipos científicos del CSIC, el IEO y universidades regionales trabajan “en modo gabinete de crisis” para evaluar en tiempo real los efectos de la anoxia. Los sensores instalados en la laguna miden cada hora la temperatura, el oxígeno y la salinidad, mientras los expertos analizan las posibles estrategias para contener los daños.
La crisis en el Mar Menor no es solo un desastre ecológico. También es un caso de estudio sobre cómo los ecosistemas costeros responden a la combinación de presiones humanas y climáticas. Las investigaciones actuales buscan identificar los puntos más vulnerables de la laguna y prever su evolución en los próximos años. Pero los científicos coinciden en algo: sin un cambio radical en el uso del territorio y la gestión agrícola, el problema será recurrente.
La agricultura intensiva, en el centro del debate
Uno de los ejes de la crisis en el Mar Menor sigue siendo la agricultura intensiva del Campo de Cartagena. Durante décadas, los cultivos de regadío y el uso de fertilizantes han provocado un aporte continuo de nitratos y fosfatos al subsuelo, que acaban filtrándose a la laguna.
@cartagenatelevision 🌊 Tras la DANA, el Mar Menor necesita cuidados. 👷♀️ Brigadas refuerzan la retirada de biomasa en Islas Menores. 🎥 Cartagena Televisión, donde está la noticia. #MarMenor #DANA2025 #Cartagena #MedioAmbiente #Noticias #ParaTi
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Las lluvias actúan como el último eslabón de esta cadena: arrastran los nutrientes acumulados en los campos hasta la laguna. De ahí que cada tormenta, cada DANA, agrave la crisis en el Mar Menor.




