Cada jornada del calendario litúrgico tiene sus protagonistas, figuras que han dejado huella por su vida, sus obras o su legado espiritual. Este jueves 27 de noviembre no es la excepción: la Iglesia recuerda a varios santos cuya historia sigue inspirando a creyentes de todo el mundo. Entre ellos sobresalen San Virgilio de Salzburgo, San Jacobo Interciso y San Francisco Antonio Fasani, además de una conmemoración mariana muy arraigada: la Virgen de la Medalla Milagrosa.
A continuación, repasamos quiénes fueron, por qué se les recuerda y qué significan para quienes celebran hoy su onomástica.
San Virgilio de Salzburgo: ciencia, fe y misión
El nombre principal del día es Virgilio (o Vergilio), uno de los grandes misioneros de la Europa medieval. Nacido en Irlanda en el siglo VIII, Virgilio fue monje, erudito y posteriormente obispo de Salzburgo. Su figura destaca por algo poco habitual en su época: su interés por la ciencia y la astronomía, lo que le llevó a defender teorías avanzadas para su tiempo, como la existencia de la redondez de la Tierra y la posibilidad de tierras habitadas en el hemisferio sur.
Como obispo, impulsó la evangelización en la región bávara y fue clave en la expansión del cristianismo hacia el centro de Europa. Murió en 784 y fue canonizado siglos después.
Quienes se llaman Virgilio, Gil o Vergilio celebran hoy su santo, una onomástica cargada de historia intelectual y espíritu explorador.
San Jacobo Interciso: el mártir que volvió a la fe
Otro de los protagonistas de este 27 de noviembre es San Jacobo Interciso, también conocido como Santiago el Cortado. Su historia es una de las más dramáticas de los primeros siglos del cristianismo. Oficial persa del siglo V, Jacobo renunció inicialmente a su fe para conservar su posición en la corte. Sin embargo, tras la muerte de su madre —profunda creyente— recuperó públicamente su cristianismo.
Ese gesto le llevó al martirio: fue ejecutado de forma especialmente cruel, “cortado en pedazos”, de ahí su sobrenombre. Su figura se ha convertido en símbolo de coherencia, arrepentimiento y fortaleza espiritual.
Quienes llevan el nombre Jacobo, Jaime o Santiago encuentran hoy en él un modelo de firmeza renovada.
San Francisco Antonio Fasani: humildad y cercanía
El tercer gran nombre del día es Francisco Antonio Fasani, un fraile franciscano italiano del siglo XVIII cuya vida destaca por su carácter profundamente cercano al pueblo. Fue confesor, predicador y guía espiritual. Su fama de humildad, bondad y disponibilidad constante lo convirtió en un referente para quienes buscaban consuelo y orientación.
Canonizado en 1986, Fasani se asocia especialmente con la atención a los pobres y el acompañamiento en momentos de dificultad emocional o espiritual.
Hoy celebran su santo quienes llevan el nombre Francisco Antonio, Francisco, Antonio o sus variantes.
La Medalla Milagrosa: devoción mariana universal
Aunque no se trata de la fiesta de una santa, este 27 de noviembre también se conmemora la Virgen de la Medalla Milagrosa, una de las advocaciones marianas más extendidas en el mundo. La fecha recuerda las apariciones de la Virgen a Santa Catalina Labouré en 1830, en París, donde le pidió difundir una medalla que luego sería asociada a favores espirituales y protección.
Miles de personas celebran hoy esta devoción mariana, que ha trascendido países y generaciones.
Un día con múltiples onomásticas
El jueves 27 de noviembre es, por tanto, una fecha rica en historias y significados. Virgilio, Jacob, Francisco Antonio y devotos de la Medalla Milagrosa encuentran en esta jornada un motivo para celebrar, recordar o simplemente reconectar con una tradición que sigue viva en el calendario y en la memoria de quienes mantienen estas onomásticas.


