La Policía Nacional ha detenido en la localidad alicantina de Orihuela a dos personas por su presunta implicación en delitos relativos a la prostitución, contra la salud pública (tráfico de drogas) y blanqueo de capitales. En la operación fueron liberadas ocho mujeres que eran explotadas sexualmente en un piso prostíbulo y obligadas a vender drogas.
La investigación se inició tras una información captada por la Policía Nacional, que indicaba que varias mujeres eran explotadas sexualmente en un piso prostíbulo de Orihuela. En concreto, las víctimas fueron captadas mediante engaños aprovechando su situación de vulnerabilidad económica, según ha precisado la Jefatura Superior en un comunicado.
Los presuntos autores parecían ser un hombre y una mujer. A su vez, los agentes sostenían que podrían suministrar sustancias estupefacientes a los clientes que acudían al lugar.
De este modo, la brigada provincial de Extranjería y Fronteras de la Policía Nacional de Alicante se hizo cargo de la investigación y practicaron las primeras diligencias, que confirmaron la veracidad de la información.
Los autores utilizaban páginas web de contenido erótico para ofrecer condiciones laborales que finalmente no se cumplían, lo que derivaba en explotación sexual. El hombre se encargaba de captar a las víctimas, mientras que la mujer gestionaba el prostíbulo en ausencia del primero. Su tarea era imponer las tarifas y condiciones de los servicios, que oscilaban entre los 20 y los 100 euros.
A las víctimas se les exigía el 50 por ciento de sus ingresos y disponibilidad las 24 horas del día, sin posibilidad de rechazar clientes o servicios. Además, estaban sometidas a un “estricto control”: no tenían llaves de la vivienda, solo podían salir para comprar comida y eran vigiladas mediante cámaras de video vigilancia. Además, se registraban sus ingresos y rendimiento laboral en una agenda.
Se descubrió que las víctimas también eran forzadas a participar en actividades de tráfico de drogas. Se les obligaba a acudir a un punto de entrega donde recogían cocaína escondida en paquetes de tabaco o bolsas plásticas. De este modo, transportaban entre diez y 20 gramos en cada transacción.
Asimismo, vivían hacinadas en una pequeña habitación con tres camas y una mínima ventilación. Cuando el número de mujeres era superior a seis, alguna debía dormir en la sala destinada a los servicios sexuales, que estaba obligada a abandonar al llegar un cliente.
Detenciones y resultados del operativo
Tras completar la investigación, los agentes llevaron a cabo la fase de explotación de la operación en el piso prostíbulo. Allí fueron arrestados los dos investigados, un hombre de 57 y una mujer de 48 años.
También se liberaron a cinco nuevas víctimas, por lo que se sumaron un total de ocho mujeres, con edades comprendidas entre los 24 y los 51 años, todas ellas de origen sudamericano y la mayoría en situación administrativa irregular.
Durante el registro se intervinieron diversos efectos relacionados con los delitos investigados, como documentación relacionada con la explotación sexual, siete envoltorios de cocaína, tres botes de ‘popper’ (sustancia utilizada supuestamente para potenciar el placer), 29 pastillas de potenciadoras del rendimiento sexual, 350 euros en efectivo y dos teléfonos móviles.
Con los beneficios de la actividad ilícita, los detenidos habían adquirido el inmueble donde se desarrollaban los hechos. Los arrestados han sido puestos a disposición del Juzgado de Instrucción de Guardia de Orihuela.