Colores oscuros, tamaño mediano o grande y formación. Mucha formación. Juan Trigo García, el Vicepresidente de la Asociación Liven, los llama “perros de bloqueo”. Él se dedica a seleccionarlos y adiestrarlos, y también a enseñar a las víctimas de violencia machista a convivir con ellos. Porque sí. La finalidad de estos perros es acompañarlas y disuadir a sus agresores: “Nosotros consideramos que estos animales están para salvaguardar la salud tanto física como emocional de la persona a la que acompañan. Además, tienen la característica de ser animales adiestrados y certificados con un alto grado de sociabilización, donde el beneficio que su guía recibe de su compañero es total y sin reservas las 24 horas del día, los 365 días del año”.
Aquí Juan nos habla de Taty, Tatiana. Hoy es su mujer, pero se conocieron en una de estas formaciones . Ella había sufrido violencia extrema por parte de su exmarido. Por eso tenía a Liven, un perro adiestrado con un sistema diferente que le había causado problemas : “Liven tenía muchos problemas de agresividad, incluso mordía a mis hijos”, explica Taty. De hecho, cuando sufrió un intento de apuñalamiento por parte de su expareja, el perro huyó y no acudió a la llamada. Ahí decidieron cambiar de estrategia. “ Juan tuvo que cambiar todo el sistema de adiestramiento de Liven a través del juego”, nos cuenta. Al final, Liven no sólo cambió su comportamiento. También les unió como pareja y dio nombre a la asociación en la que hoy están juntos: “Liven será siempre mi salvador y nunca se separará de mi lado”.
Para ella, Liven es fundamental. Ahora que se acerca el momento de su jubilación, está formando a Xaxa. “Los perros para víctimas violencia de género son animales asistenciales que nos acompañan en nuestras situaciones del día a día y nos ayudan a soportar la carga emocional que tenemos como víctima de violencia de género”, nos cuenta. “ Además, nos hacen sentir seguras en el ámbito social. Son perros adiestrados para poder entrar en cualquier establecimiento tanto público como privado y, muy importante, acompañarnos tanto a nosotras como a nuestros hijos a los juzgados”.
Para ello no vale cualquier perro. Juan nos habla de las características físicas y, sobre todo, psicológicas, de estos perros.”Trabajamos con 2 razas, pastor belga y pastor alemán. Son perros que tienen una selección muy exhaustiva a la hora de planificar una llamada destinada para bloqueo. Lo hacemos de manera muy estricta, los progenitores deben de ser perros que ya hayan demostrado su cualificación sobresaliente en el trabajo aparte de contar con pruebas veterinarias que garanticen que estén libres de enfermedades congénitas. También buscamos que sean dentro de estas razas, animales de una talla y un
peso elevado para que su visión sea la más disuasoria posible”. En el fondo se trata de que
el agresor no quiera acercarse a la víctima. Juan nos insiste mucho en que no se trata de que el perro ataque sino de que acompañe. Algo que, según él, tiene que ser compatible con que el perro esté en espacios públicos. “Debemos seleccionar ejemplares que tengan un alto grado de socialización y adiestramiento. Eso lo obtenemos con el trabajo en su fase de cachorro, su fase más temprana junto con nuestros expertos que nos garantizan que estos perros sean los más resolutivos posible ante situaciones adversas y de estrés para las usuarias. No podemos jugar con el fracaso ni con la vida de nuestras usuarias y sus hijos, tenemos que ser muy meticulosos”.
De acompañamiento pero no de asistencia: El matiz legal
De ahí viene el principal escollo para que estos perros se incluyan en el listado de perros de asistencia. Hacerlo es complicado, por eso el Real Decreto 409/2025, de 27 de mayo, por el que se regula la actividad y bienestar de los perros de asistencia no los contempla como tales a la hora de permitir, por ejemplo, que entren en espacios de uso público. Un paso que es complicado dar. El propio Juan nos explica alguno de los motivos: “El que estos perros tengan carácter asistencial pasa en primer lugar por desechar todo adiestramiento de protección con bozal de impacto que se ha estado realizando hasta ahora ya que está demostrado que muchos de esos animales son reactivos y peligrosos ante la sociedad por un adiestramiento nefasto y agresivo por parte de sus instructores”.
Sin embargo, algo que sí ha cambiado esta semana con ese Real Decreto del Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, es el hecho de que las víctimas de violencia machista que necesiten un perro de asistencia por tener un trastorno del espectro autista o una discapacidad visual, por ejemplo, podrán entrar con ellos sin problemas en todas las casas y centros de acogida del país.