El pasado 2 de julio, Elvira Gómez Pérez organizó a través del portal change.org una recogida de firmas para pedir que se fije una temperatura máxima legal para trabajar en España y evitar golpes de calor.
Consternada por la muerte de Monserrat Aguilar, una trabajadora de la limpieza de Barcelona el pasado 29 de junio y por sus propias condiciones, hoy ha presentado la petición en el Ministerio de Trabajo.
Bajo el lema #ElCalorNosMata ha recaudado alrededor de 64.000 firmas, y ha denunciado las condiciones inhumanas a las que se enfrentan en la calle.
Ha propuesto la obligatoriedad de la suspensión de tareas, adaptación de horarios en episodios de calor y reducción de jornada sin pérdida salarial en caso de alcanzar esa temperatura máxima.
Antes y después de la reunión han atendido a algunas de nuestras preguntas.

“Vengo a pedir algo muy sencillo: que se estipule una ley que regule una temperatura máxima para trabajos en el exterior. En mi ciudad tenemos que trabajar hasta los 39º, cuando llegamos a alerta naranja o roja. A 38º créeme que no se trabaja bien”.
Cuando ha sido preguntada por los remedios al calor propuestos por su empresa, ha afirmado que sólo dispone de 5 minutos por hora para descansar. Tampoco se les suministra ninguna ayuda más que la recomendación de “hidratarse mucho” y el trabajo por parejas. De momento no se les ha propuesto otro turno de trabajo, aunque afirma que puede que acaben cambiándolo por uno de las 16 a las 23 horas.
También se ha solidarizado con los trabajadores de otros sectores con el mismo problema. Ha afirmado que es una lucha con la que también espera mejorar las situaciones de otros trabajadores en su misma situación.
Al preguntarle por las temperaturas más extremas que ha tenido que soportar, afirma tener que trabajar varios días bajo 38º. “Hasta que no llega a 39º no se activa ninguna alerta. Cuando me toca solo deseo que se acabe la jornada, llegar a casa, ducharme y acostarme, no tienes ganas de mucho más.”
Elvira también apuntó las contradicciones de las autoridades gubernamentales ante estas quejas, “como no hay una ley, no hacen nada, es lo que hay. Lo gracioso es que mientras el Ayuntamiento le está pidiendo a la gente que no salga de sus casas por el calor, nosotros seguimos barriendo. Y más gente en otros sectores seguramente también están trabajando como si no pasase nada.”

Desde Artículo 14 hemos querido mostrar nuestro apoyo y dar voz a Elvira con su propuesta. Hoy ha sido recibida por el Ministerio de Trabajo, que evaluará la petición antes de tomar una decisión.
Este año ya son varias las muertes de trabajadores por calor a lo largo de toda la geografía peninsular. El Defensor del Pueblo ha iniciado una actuación de oficio a propósito de estas muertes, pidiendo que se cumpla el Real Decreto 486/1997, de 14 de abril, que establece las condiciones mínimas de seguridad y salud de los trabajadores.
Pero incluso atendiendo a su contenido la labor es insuficiente, defiende Elvira. Por tanto, habrá que esperar a la respuesta del gobierno ante esta petición. Porque el calor extremo no es solo una incomodidad. Es un riesgo real.