La expectación mundial por La Odisea, la nueva superproducción dirigida por Christopher Nolan, ha quedado ensombrecida por una fuerte reacción del cine español. ¿El detonante? La decisión del cineasta de rodar una parte de la cinta en Dajla, una ciudad del Sáhara Occidental ocupada por Marruecos. Numerosos actores y cineastas españoles han firmado un manifiesto contra el cineasta británico-estadounidense por lo que consideran una grave falta de respeto hacia el pueblo saharaui.
El documento ha sido promovido por el Festival Internacional de Cine del Sáhara (FiSahara) y denuncia que Christopher Nolan y la productora Universal Pictures grabaron escenas de La Odisea en una zona bajo ocupación militar sin contar con el consentimiento del pueblo saharaui. Un pueblo que fue expulsado de ese territorio hace casi cinco décadas. En palabras del manifiesto, “Nolan filmó allí con el consentimiento de la fuerza ocupante, no del pueblo legítimo”.
La industria española se moviliza
Entre los firmantes del manifiesto contra Christopher Nolan por La Odisea se encuentran algunas de las figuras más relevantes del cine español. Los directores Rodrigo Sorogoyen, Icíar Bollaín, Fernando Colomo y Benito Zambrano. Y actores como Javier Bardem, Luis Tosar, Carolina Yuste, Juan Diego Botto, Carlos Bardem, Guillermo Toledo, Melanie Olivares, Javier Gutiérrez, Nathalie Poza o Alberto San Juan.
El texto denuncia que Christopher Nolan, al elegir Dajla como localización para La Odisea, “puede haber contribuido sin saberlo a la normalización de la ocupación ilegal del Sáhara Occidental por parte de Marruecos”. El cine español reclama que el equipo de producción de Universal se pronuncie públicamente sobre esta elección. Y exigen que no se utilicen las imágenes rodadas en ese territorio sin el consentimiento de los saharauis.

La polémica en torno a La Odisea de Christopher Nolan va mucho más allá de una cuestión técnica o artística. El Sáhara Occidental es, desde 1975, un territorio en disputa que Marruecos ocupa de facto, pese a las resoluciones internacionales que reconocen el derecho del pueblo saharaui a su autodeterminación. En este contexto, el hecho de que una superproducción como esta haya grabado escenas allí sin autorización del Frente Polisario ha desatado críticas generalizadas.
“El lugar soñado que Nolan imagina para su película no es real. Es un territorio ocupado donde se ha desplazado por la fuerza a su población original”, reza el comunicado. En este sentido, el cine español acusa a Christopher Nolan y a su equipo de ser cómplices involuntarios de una represión histórica.
La respuesta que no llega
Hasta el momento, ni Christopher Nolan ni Universal Pictures han emitido declaraciones públicas sobre el manifiesto. Tampoco se ha confirmado si las escenas rodadas en Dajla formarán parte del montaje final de La Odisea, cuya fecha de estreno está prevista para 2026. Desde el FiSahara se ha invitado al cineasta a “utilizar su plataforma para visibilizar la situación de los saharauis en los campos de refugiados de Argelia”.
La falta de respuesta ha incrementado el malestar en la comunidad cinematográfica española, que pide que Christopher Nolan rectifique y reconozca públicamente que rodar en el Sáhara Occidental fue un error. Para muchos, el prestigio del director de Origen e Interstellar no puede situarse por encima de los derechos humanos.

En lo estrictamente cinematográfico, La Odisea se perfila como uno de los estrenos más esperados del próximo año. Con un reparto estelar encabezado por Tom Holland, Zendaya, Robert Pattinson, Matt Damon, Jon Bernthal y Anne Hathaway, la adaptación de la epopeya de Homero promete ser un acontecimiento global. Y como ya es habitual en las producciones de Christopher Nolan, el filme ha sido rodado en formato IMAX y con localizaciones naturales de gran escala.
De hecho, los primeros cines IMAX ya han puesto a la venta entradas para La Odisea con un año de antelación. Esto ha generado un fenómeno de reventa con precios de hasta 400 dólares por entrada. La maquinaria promocional de Christopher Nolan está en marcha, sí. Pero ahora tendrá que lidiar con un frente inesperado. Ese frente es el rechazo del cine español.