Alivio en el PSOE, aunque los indicios contra Ábalos son cada vez “más consistentes”

Los socialistas tratan de proyectar que el desgaste de Ábalos ya está "amortizado" mientras el juez Puente prosigue el cerco al exministro

El exministro José Luis Ábalos, a su llegada este miércoles al Tribunal Supremo
Efe

José Luis Ábalos continúa transitando por la cuerda floja ante la Justicia y manteniendo un precario equilibrio que le permite seguir en libertad, aunque nadie se atreve a apostar por cuánto tiempo. De hecho, el reciente auto del juez Leopoldo Puente no es precisamente un gran descargo respecto a sus problemas judiciales, ya que el escrito habla de indicios cada vez más “consistentes” respecto a sus presuntos delitos relacionados con corrupción.

El juez, que evitó imponerle pena de prisión preventiva para alivio del PSOE, se refirió así a los “ingresos opacos” descritos por la UCO en su último informe sobre el patrimonio de Ábalos.

“El investigado, sin hacer uso de cantidad alguna en metálico procedente de sus cuentas bancarias durante varios años, efectuó, sin embargo, significativos ingresos en efectivo en esas mismas cuentas”, subraya el auto en alusión al informe la UCO, el cual también describe el “patrimonio entremezclado” que compartió con Koldo García (encargado de afrontar una larga lista de pagos en su nombre, tales como pensiones alimenticias de sus hijos y regalos a mujeres).

Las residencias de Ábalos

El juez se refiere a varias de las operaciones sospechosas que ha reconstruido la Guardia Civil como ingresos que Ábalos recibió en metálico en su cuenta por parte de la exmujer de Ábalos, Patricia Úriz, y otro también con el mismo origen para disfrutar de un chalet en Marbella.

Y no solo eso, sino que el juez también subraya “el disfrute” inmobiliario, tanto por parte de una expareja de Ábalos (Jésica Rodríguez), que vivía en un piso de lujo en el centro de Madrid, como del propio exministro, que también tuvo como residencia un apartamento en la capital y una vivienda en la costa andaluza, ambas relacionadas con el comisionista Víctor de Aldama.

“De todos los pisos que el señor Ábalos podría haber intentado adquirir en Madrid para satisfacer sus necesidades de vivienda, vino a concertar un contrato privado de alquiler, nuevamente con opción a compra y con un precio aparentemente muy inferior al de mercado, que resulta ser, precisamente, propiedad del señor De Aldama”, expone el juez.

El “amortizado”

Durante toda la jornada, mientras se mantuvo la incógnita respecto a posible entrada en prisión de Ábalos, el Gobierno insistió en desmarcarse del devenir judicial de la causa. Fuentes del Ejecutivo reconocieron que su entrada en la cárcel “no habría sido agradable”, pero se conformaron, al mismo tiempo, con que los avances de la investigación no han aportado “ningún dato nuevo”.

Después de que trascendiera que la Fiscalía Anticorrupción no había requerido su ingreso en prisión provisional, tanto en el Gobierno como en la dirección del PSOE dejaron ver que difícilmente habría podido tener encaje en este estadio de la investigación. “No está claro que la prisión preventiva tenga sentido a estas alturas”, razonaron.

Distintas voces de la cúpula socialista venden que Ábalos ya está “amortizado“, y que no les genera un daño adicional, al margen de los mensajes sobre mujeres en contexto de prostitución que tanto les tensionan.

Entre los diputados rasos, sin embargo, sí reconocen que había cierta preocupación por cómo podía marcar la jornada el posible ingreso en la cárcel del segundo exnúmero tres de Pedro Sánchez en el marco del caso Koldo. Finalmente, respiraron con cierto alivio, aunque se esforzaron en vender una enorme distancia con Ábalos.

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