John Brunner no es un nombre habitual cuando se habla de grandes escritores de ciencia ficción. Sin embargo, este autor británico escribió en 1975 una novela titulada El jinete de la onda del shock que, con el paso de las décadas, ha demostrado ser profética.
En un momento en que la mayoría de autores aún fantaseaban con cohetes espaciales y civilizaciones marcianas, John Brunner imaginó un futuro hiperconectado, dominado por redes de datos, virus informáticos, identidades digitales y un sistema social fragmentado por la tecnología. En otras palabras: predijo nuestro futuro.
John Brunner, el visionario olvidado
Nacido en 1934 y fallecido en 1995, John Brunner fue un autor prolífico y versátil dentro del campo de la ciencia ficción británica. A pesar de su talento, nunca alcanzó la fama de otros contemporáneos como Isaac Asimov o Arthur C. Clarke. Y sin embargo, en El jinete de la onda del shock anticipó con una precisión asombrosa muchos de los problemas y dilemas éticos que caracterizan nuestro presente.
John Brunner utilizó una estructura fragmentaria, casi de collage literario, para componer su relato. En la novela, los personajes viven en una sociedad completamente digitalizada, donde la información fluye sin control y los gobiernos apenas pueden seguir el ritmo de las corporaciones tecnológicas. Para Brunner, el mayor peligro no era la guerra nuclear, sino la pérdida de control sobre los datos.
La predicción de nuestro mundo y el colapso de la privacidad
Uno de los elementos más llamativos de El jinete de la onda del shock es cómo John Brunner describió una red mundial de ordenadores a la que los ciudadanos acceden desde terminales personales. En 1975, esta idea era casi ciencia mágica. No existía la World Wide Web, ni mucho menos conceptos como el big data o los algoritmos personalizados.

Pero John Brunner fue más allá. También anticipó la aparición de virus informáticos y técnicas de manipulación digital. Así como la existencia de “zonas de datos” que dividían la sociedad según su nivel de acceso a la información. Todo esto suena hoy más actual que muchas novelas publicadas en pleno siglo XXI.
La forma en que John Brunner aborda la privacidad es especialmente inquietante. En su novela, los individuos están sometidos a una vigilancia constante. Las grandes empresas controlan no solo sus datos, sino sus comportamientos, preferencias y relaciones personales. Lo que para muchos en los 70 era paranoia, hoy es una discusión diaria sobre redes sociales, cámaras de seguridad y recopilación masiva de datos.
El héroe anónimo de un mundo sin alma
El protagonista de El jinete de la onda del shock es un joven que huye de su identidad pasada y se reinventa varias veces gracias a sus conocimientos informáticos. John Brunner anticipó así la multiplicidad de identidades digitales que hoy adoptamos en redes, foros o plataformas virtuales.
El relato también refleja el auge del teletrabajo, la fragmentación del tejido social y la precariedad emocional de los individuos que sobreviven en un entorno hostil y acelerado. John Brunner construyó un mundo distópico donde la tecnología ha avanzado más rápido que la moral. En muchos sentidos, ese mundo es el que habitamos ahora.