Haruki Murakami revela el libro de su vida: “Me partió en dos pedazos”

Murakami confiesa cuál es el libro que cambió su vida y el que logró dar forma a la literatura del magnético escritor japonés

Haruki Murakami - Literatura
Una fotografía de archivo del escritor japonés Haruki Murakami
EFE/ Paco Paredes

La obra de Murakami ha sido leída en todo el mundo como una mezcla hipnótica de jazz, gatos, pasadizos oníricos y soledad luminosa. Pero incluso los universos más enigmáticos tienen un origen. Para el escritor japonés, ese punto de partida fue un libro concreto, una obra que lo marcó de forma irreversible cuando aún era un adolescente.

En sus propias palabras: “Me dio una tremenda conmoción”. El título en cuestión es El castillo de Franz Kafka. Y su lectura, según Murakami, dividió su alma en dos.

El día que Murakami descubrió a Kafka

Murakami tenía apenas 15 años cuando leyó por primera vez El castillo. No fue una lectura cualquiera, sino una especie de epifanía que cambió por completo su forma de ver el mundo y de relacionarse con la literatura. “El mundo que Kafka describió en ese libro era tan real y tan irreal al mismo tiempo que mi corazón y mi alma parecían desgarrados en dos pedazos”, confesó años después.

Aunque la narrativa de Murakami es única y reconocible —una mezcla de lo absurdo y lo cotidiano, lo real y lo fantástico—, hay algo profundamente kafkiano en sus estructuras. Personajes atrapados en sistemas que no comprenden, búsquedas sin resolución, atmósferas brumosas donde las reglas se intuyen pero no se explican. Es evidente que Kafka no solo influyó en el autor japonés como lector, sino que moldeó su visión del mundo como escritor.

Haruki Murakami revela el libro de su vida: "Me partió en dos pedazos"
Portada de una edición de ‘El castillo’, de Franz Kafka
Ediciones Cátedra

El castillo fue publicado póstumamente en 1926 y nunca llegó a estar completo. La historia sigue a K., un agrimensor que llega a un pueblo donde debe realizar un trabajo para el castillo, pero cuya tarea se convierte en una pesadilla sin sentido. Nadie le da respuestas claras, y sus esfuerzos son continuamente obstaculizados por una red opaca de reglas implícitas.

Para muchos lectores, esta novela es una alegoría del sinsentido de las jerarquías modernas. Para Murakami, fue algo más profundo: un descubrimiento emocional y literario que lo transformó para siempre.

Kafka en la orilla: homenaje y espejo

La huella de El castillo es tan profunda en Murakami que años más tarde le rendiría tributo con Kafka en la orilla, una de sus novelas más celebradas. Aunque no es una adaptación directa ni una relectura literal, el espíritu del escritor checo impregna cada página. El protagonista, Kafka Tamura, también está inmerso en una búsqueda difusa, atrapado en un universo simbólico donde las respuestas no son inmediatas ni evidentes.

Esta conexión no es casual. Murakami ha reconocido que se sintió identificado con el personaje de K., el agrimensor protagonista de El castillo, que intenta contactar con los inalcanzables habitantes de un castillo en una aldea extraña. Esa figura, enfrentada a estructuras burocráticas y fuerzas invisibles, encarna una angustia que resuena con fuerza en la narrativa de Murakami.

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