La película que llega a Filmin el 1 de julio es una película infravalorada de Woody Allen, quizá la que más. Un drama psicológico que explora temas como la identidad, el arrepentimiento y las oportunidades perdidas. La cinta marca un punto de inflexión en la filmografía del director, alejándose de la comedia para adentrarse en un terreno más sombrío, prácticamente filosófico.
Ahora, esta joya cinematográfica aterriza en la plataforma de streaming española, ofreciendo a los espectadores la oportunidad de descubrir (o volver a descubrir) una obra que, pese a su tono serio y minimalista, contiene algunas de las reflexiones más profundas del director sobre la condición humana.
Otra mujer, la película infravalorada de Woody Allen

Otra Mujer (Another Woman, 1988) es una de las películas menos conocidas de Woody Allen. La protagoniza Gena Rowlands, y cuenta con un reparto excelso, que incluye a Mia Farrow, Ian Holm y Gene Hackman.
La película sigue a Marion Post (Rowlands), quien es una filósofa de mediana edad. Su vida parece perfecta: tiene una carrera académica exitosa, un matrimonio estable y un estatus social bastante bueno. Un día, decide alquilar un apartamento para escribir su próximo libro, y poder centrarse en esa tarea sin muchas distracciones. Allí, escucha accidentalmente las sesiones de terapia de una mujer angustiada (Farrow). Estas confesiones le hacen cuestionar sus propias decisiones y relaciones, así como la autenticidad de su propia existencia.
A través de flashbacks y encuentros con figuras de su pasado, Marion se enfrenta a un viaje de introspección que revela cómo el miedo al fracaso y la necesidad de control han moldeado su vida, dejando atrás algunos sentimientos como la pasión, el amor y las conexiones genuinas. Emociones que, en el camino al éxito, se dejan atrás por ser una carga.
Por qué es mejor de lo que la mayoría piensa
Otra mujer no encaja con lo que, de normal, se espera de una obra de Allen. Pero eso no hace que no sea una obra interesante. Se trata de un estudio sobre la incomodidad de enfrentarse a uno mismo.
La trama gira en torno a preguntas universales, que todos nos hacemos en algún momento. La eterna duda de qué hubiera pasado si hubiéramos actuado de una manera diferente en una situación, por ejemplo. Marion revive momentos así, donde eligió la seguridad sobre el riesgo. Como en su relación con un antiguo amor (el personaje de Gene Hackman) o el distanciamiento con su hermano. Estos momentos subrayan la idea de que el arrepentimiento es más doloroso que el fracaso.
Allen, asimismo, critica la hipocresía de las apariencias. Marion es admirada por su inteligencia, pero su matrimonio con Ken (Ian Holm) es frío. La película sugiere que la verdadera sabiduría no está en los libros, sino en la capacidad de ser vulnerable. En equivocarse, y no ser perfectos ni pretender aparentar serlo.
Rodada con un tono austero y diálogos cargados de simbolismo, esta película infravalorada de Woody Allen fue recibida con división. Algunos críticos la consideraron “demasiado fría”, mientras que otros la elogiaron como una de sus obras más maduras. A diferencia de clásicos como Annie Hall o Manhattan, aquí Allen prescinde del humor para ofrecer un drama contenido, casi teatral, con planos largos y una banda sonora minimalista.
A pesar de no ser tan conocida como otros títulos del director, la película ha ganado seguidores con los años, especialmente entre quienes valoran su profundidad psicológica y su enfoque en personajes femeninos complejos. Sólo por este intento de hacer reflexionar al espectador, ya vale la pena verla en Filmin.