Desde el pasado lunes, ya conocemos la obra galardonada con el Premio Nacional del Cómic 2025. El tebeo seleccionado es Lo sabes aunque no te lo he dicho, de Candela Sierra.
El premio, otorgado por el Ministerio de Cultura, es una invitación a sumergirse en un genial cómic. A través del humor y un trazo distintivo, trata las paradojas de la comunicación en nuestros días.
La autora malagueña publicó este cómic el año pasado junto a Astiberri Ediciones. Se trata de su gran obra, tras una buena acogida de Rotunda (Andana Gràfica).
Lo sabes aunque no te lo he dicho, Premio Nacional del Cómic 2025
Lo sabes aunque no te lo he dicho es un conjunto de historias cortas, aparentemente inconexas, que trazan un mapa de las relaciones interpersonales en la era digital. El jurado del Ministerio de Cultura ha considerado esta obra para otorgarle el Premio Nacional del Cómic 2025.
Este ha destacado su “humor y un cierto regusto ácido y punzante“, al indagar en “los problemas de comunicación cotidianos, poniendo el foco en la superficialidad de las relaciones“.
También han querido aplaudir a su autora, Candela Sierra, por “su mirada fresca y excitante en la forma de entender el cómic y la habilidad para reflejar un afiladísimo análisis de nuestra sociedad“.
Este enfoque satírico y mordaz es, precisamente, lo que da a la obra su fuerza y su carácter de espejo social. Los personajes, a menudo absortos en sus propios mundos, reflejan una realidad donde la conexión auténtica se ve poco a poco opacada por la inmediatez y la falta de empatía.
Por qué leer este cómic de Candela Sierra
Uno de los mayores aciertos de Lo sabes aunque no te lo he dicho es su fascinante uso del lenguaje del cómic. Sierra no se limita a narrar. Utiliza los recursos gráficos para potenciar la idea misma de la incomunicación.
Sus personajes se enfadan por “fallos de rácord”, desaparecen detrás de algunos bocadillos, y se fragmentan en viñetas que reflejan su aislamiento.
Esta metanarrativa, junto con la exploración de las relaciones humanas, demuestra una experimentación poco común en el panorama nacional. Hasta el punto de merecer, con soltura, el Premio Nacional del Cómic 2025.
La paleta cromática complementa un trazo que, aunque imperfecto, cumple a la perfección su cometido: acentuar lo absurdo y lo verosímil de las situaciones presentadas en las páginas de la obra.
Este cómic lleva al lector a un viaje de reflexión. La autora le choca con preguntas incómodas, las cuales tienen que ver con la falta de emociones reales en las relaciones digitales. Se hace una dura crítica al narcisismo, a la nula capacidad de gestión emocional y al individualismo.
A pesar de su tono satírico, la obra es profundamente humana. Esta es capaz de generar tanto la risa como la introspección, un ejercicio difícil de lograr.
En definitiva, esta obra recién premiada destaca por la originalidad de su concepto, y por retratar con humor ácido la maltrecha situación de la comunicación en el presente. Un cómic que logra precisamente lo que dice su título: hacernos pensar sobre aquello que ya sabemos, pero que nos negamos a hablar.