La filtración del precio de la consola de Steam ha sacudido el mercado del videojuego antes incluso de su lanzamiento oficial. Valve llevaba años tanteando el terreno con Steam Deck. Pero esta nueva apuesta —la Steam Machine renovada— abre un frente inesperado en la guerra de hardware.
Analistas y jugadores coinciden en que el impacto dependerá, sobre todo, de cuánto cueste y de a quién quiere conquistar. Y es ahí donde el precio de la consola de Steam se convierte en el epicentro de la conversación.
Lo que hasta ahora era solo un experimento de salón se está convirtiendo en una amenaza directa para PlayStation, Xbox y para cualquier fabricante que confíe en su ecosistema cerrado como modelo de futuro.
El precio que decidirá el futuro: por qué 400 dólares es la cifra mágica
Según el analista de Alinea Analytics, Rhyss Elliott, el éxito de la nueva máquina dependerá casi exclusivamente del precio de la consola de Steam. Valve se encuentra ante un delicado equilibrio. Si supera los 500 dólares, correría el riesgo de parecer un PC caro disfrazado de consola. El público casual, en plena crisis del coste de la vida, no se lanzará a un producto que se perciba como elitista.
Elliott señala que un precio de la consola de Steam entre 400 y 450 dólares sería “el mensaje definitivo”, sobre todo cuando una PS5 Digital ronda los 499 dólares y una Xbox Series X Digital se dispara a 599. Un precio agresivo rompería la tendencia al alza y situaría a Valve como la única marca dispuesta a abaratar el acceso al alto rendimiento.
El analista incluso desliza que, con ese precio, “Valve podría vender un par de millones de unidades el primer año”.
Dos modelos, dos públicos y una estrategia clara
La filtración apunta a dos versiones: un modelo de 512 GB y otro de 2 TB. Este detalle es crucial, porque el precio de la consola de Steam variaría según la capacidad, pero sin llegar a los valores prohibitivos de los PC premontados. Para muchos jugadores que no pueden permitirse un ordenador nuevo, esta máquina sería una alternativa potente, sencilla y lista para usar.
Valve ya sabe cómo gestionar la demanda tras el éxito del Steam Deck. Y la industria cree que ha aprendido de sus errores. Si los envíos se hacen de forma escalonada y el precio de la consola de Steam se mantiene a raya, el posicionamiento puede ser devastador para la competencia.
Además de los usuarios tradicionales de Steam, hay un público invisible que podría impulsarlo: quienes están entre la consola y el PC, pero no quieren montar equipos, instalar drivers o pelearse con compatibilidades. Para ellos, el precio de la consola de Steam es clave para dar el salto.
Según Elliott, un porcentaje notable de usuarios de Steam Deck juega habitualmente conectándolo al televisor. Esto demuestra que existe demanda para una experiencia de PC en el salón, pero sin los quebraderos de cabeza del hardware modular. Con una máquina seis veces más potente que Steam Deck, Valve ofrece justo eso: libertad sin complicaciones.
La amenaza directa para Xbox (y la indirecta para Sony)
La filtración del precio de la consola de Steam ha reavivado un rumor incómodo en Microsoft: Valve se ha adelantado a su estrategia. Elliott lo resume así: “Valve ha construido el puente hacia el PC más rápido que Xbox”. La propia compañía lleva meses orientando a sus jugadores hacia la experiencia en ordenador. Pero la falta de nuevos dispositivos ha dejado un vacío que Valve está ocupando con habilidad.

Si el precio de la consola de Steam se fija en el rango adecuado, podría convertirse en la alternativa perfecta para jugadores desencantados con Xbox, que buscan potencia, catálogo inmediato y libertad sin ecosistemas cerrados. Sony también observa el movimiento: un dispositivo barato con acceso inmediato a miles de juegos de Steam puede alterar la base de usuarios más abierta al cambio.
En un momento de incertidumbre para el hardware tradicional, el precio de la consola de Steam no es solo una cifra. Es una declaración de guerra.

