ELLAS LIDERAN

Emma Serrano (FECSA): “Quiero romper con la idea de que las mujeres no encajamos en los ámbitos más industriales”

Emma Serrano, responsable de desarrollo de producto en FECSA, reflexiona sobre la situación en el que se encuentra el sector de la defensa en España y el papel que desarrolla la mujer en él

Emma Serrano, responsable de desarrollo de producto en FECSA.
Kiloycuarto

La Fábrica Española de Confecciones S.A (FECSA) lleva más de 90 años con el mismo lema: “Protegemos a los que nos protegen”. Con un mercado consolidado en España que se expande hasta países como Bélgica, Holanda y Colombia, esta fábrica elabora vestuario laboral y corporativo, además de ropa de protección para quienes necesitan un uniforme con características muy concretas.

Esta fábrica se define como segura, de calidad, comprometida y adaptable a las necesidades de cada uno. Cada cliente requiere diferentes necesidades de protección como pueden ser contra el frío, protección ignífuga e incluso contra balas. Esta fábrica textil apuesta por la tecnología y el desarrollo de nuevas técnicas que hace que no paren de reinvertarse. A nivel nacional, algunos de sus principales clientes son las Fuerzas Armadas españolas y la Guardia Civil.

Emma Serrano es la responsable de desarrollo de producto en FECSA. Ella es una de las mujeres que hace que la confección sea posible. Con más de 20 años de carrera profesional, Serrano trata de buscar y desarrollar lo último en tejidos para ofrecer una calidad excelente.

P: ¿Qué futuro tiene el sector de la Defensa?

R: Creo que tiene un futuro apasionante, pero también muy exigente. El mundo cambia muy rápido y la defensa no puede quedarse atrás. Hay que innovar, apostar por la tecnología y, sobre todo, por las personas. Siempre se ha hablado del sector como algo cerrado, pero yo lo veo lleno de oportunidades para quienes quieran construir algo de valor. España tiene una industria con un potencial enorme para competir en el ámbito internacional.

P: ¿Cree que es un sector muy masculinizado?

R: Lo ha sido, claro, durante mucho tiempo. Pero por suerte eso está cambiando. Despacio, pero está cambiando. Cada vez somos más mujeres en puestos técnicos y directivos. Y ya no sorprende vernos ahí, algo importante. En el caso de FECSA la realidad ha sido distinta desde siempre, ya que venimos del mundo textil, en el que la presencia de la mujer ha sido muy alta, incluso mayor que la de hombres. De hecho, muchas de las ideas y decisiones que han construido la empresa han sido de mujeres y creo que eso ha marcado nuestra forma de trabajar, que es más colaborativa y con una sensibilidad especial hacia el detalle y la protección.

P: ¿Cree que existe la brecha salarial en él?

R: Creo que todavía hay diferencias en muchos sectores y este no es una excepción. No siempre son evidentes, pero están ahí. A mí me gusta pensar que las empresas tenemos un papel clave en esta labor de conseguir una igualdad plena. En mi caso particular valoro mucho que en FECSA las oportunidades y los reconocimientos llegan por el trabajo. Lo importante es seguir vigilando eso porque la igualdad real necesita también una marcada cultura empresarial.

P: ¿Qué mito sobre el liderazgo femenino le gustaría desterrar para siempre?

R: Me gustaría romper con la idea de que las mujeres no encajamos en los ámbitos más técnicos o industriales. Yo vengo del diseño de moda, pero llevo toda mi carrera en el sector de la defensa, trabajando en temas de innovación, materiales o desarrollo de producto. El conocimiento no tiene género. Lo que hace falta es curiosidad, ganas y confianza para ocupar el lugar al que quieras llegar.

P: ¿Cuál ha sido la decisión más difícil en su carrera profesional?

R: Son muchos los momentos en los que he tenido que tomar decisiones difíciles, algunas muy complejas. En el ámbito más personal creo que la decisión más difícil que tomé fue al finalizar los estudios, cuando decidí dejar de lado el sector de la moda para dedicarme a la industria de la defensa. Me llamaba mucho la atención el alto componente técnico de este trabajo y no me equivoqué, cada día es un nuevo reto en la innovación. Apostar por la industria de la defensa fue una decisión arriesgada, pero acertada, ya que me permitió crecer profesionalmente en un entorno muy técnico y exigente.

P: ¿Cuál es un error profesional del que aprendió una lección valiosa?

R: Llevo más de 20 años trabajando, empecé muy joven, y, como es natural, cometí errores. Pero cada uno de ellos ha sido una oportunidad para aprender y mejorar. He tenido la suerte de contar con compañeras y compañeros con gran experiencia, especialmente mujeres que me han acompañado y guiado en momentos clave. Gracias a ese apoyo he podido seguir creciendo, aprendiendo a escuchar más, a pedir ayuda cuando hace falta y a valorar el trabajo en equipo como motor de evolución profesional.

P: ¿En FECSA trabajan para las tres ramas de las Fuerzas Armadas? ¿Y en el caso de las fuerzas de seguridad?

R: Sí, trabajamos con Tierra, Armada y Aire y Espacio, pero también con muchos otros cuerpos que tienen necesidades de protección muy concretas, como son la Guardia Civil, la Policía Nacional, los Mossos d’Esquadra y otras policías municipales. También con entidades como la DGT o la Cruz Roja, que desarrollan labores esenciales en situaciones de riesgo. Además, en los últimos años hemos ampliado mucho el área de negocio internacional, tanto con fuerzas armadas como con cuerpos de seguridad de otros países.

P: ¿En qué proyecto están trabajando ahora?

R: Ahora mismo estamos desarrollando productos con un gran valor añadido, textiles técnicos de última generación, más sostenibles y con mejores prestaciones. Productos orientados a la protección tanto a nivel balístico, con soluciones cada vez más ligeras y ergonómicas, como al nivel de la protección inteligente, con sensores y nuevos materiales de seguridad pasiva. Son proyectos que mezclan mucha innovación y diseño, que viene a ser lo que más me gusta. Hay mucho trabajo detrás, pero el resultado merece la pena.

P: “Protegemos a los que protegen”. Es un lema que implica una gran responsabilidad. ¿Lo perciben así en FECSA?

R: Sí, muchísimo. Es una frase muy corta pero que refleja nuestra manera de ser. Cada vez que pienso que alguien va a llevar algo que hemos diseñado para protegerle, no puedo evitar sentirme orgullosa de mi trabajo. No es solo fabricar prendas o equipos, es acompañar a quien está en situaciones duras. Esa sensación de responsabilidad nunca se va.

P: Entiendo que esta responsabilidad les empuja a tener un ínfimo número de errores, por no decir nulo. ¿Les obliga ello a ser perfeccionistas?

R: Yo diría que más que perfeccionistas tenemos que ser muy exigentes. Sabemos que no hay margen para el error y eso te hace probar y mejorar constantemente. Nosotros buscamos la excelencia para hacerlo lo mejor posible, sabiendo que detrás hay personas que ponen sus vidas en tus manos.

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