El derbi catalán contra el Espanyol en el Estadio Johan Cruyff no fueron noventa minutos más para el FC Barcelona de Pere Romeu. Tampoco para la nueva joya culé, Aïcha Camara. La joven defensa de Sabadell, de solo 18 años de edad, cumplió su sueño de niña, vivió su primera titularidad con el primer equipo y sobre el césped demostró su talento y que ha llegado para seguir formando parte del once del técnico catalán.

Durante los 64 minutos que estuvo en el campo demostró su personalidad, condición física y la tranquilidad que mantuvo en una posición nada sencilla, el lateral derecho, siendo una de las jugadoras más destacadas de la tarde.
Al acabar el partido, Pere Romeu explicó como vio a su pupila más joven: “No es que esté sorprendido con su nivel, porque llevo tiempo siguiéndola y además me habían hablado muy bien sobre ella, pero creo que le ha ido muy bien asentarse en el primer equipo porque tiene una exigencia diaria para ganarse la titularidad. Ha rendido a un muy buen nivel y es una jugadora que, si no da de qué hablar ya, dará de qué hablar”.
Una palabras sinceras que demuestran la confianza que tiene el técnico azulgrana hacia una jugadora que, con apenas unos partidos, ya está demostrando que está preparada para afrontar retos dentaros del equipo. Aunque, el propio Romeu reconoce que tiene todavía mucho margen de mejora sobre todo en tareas defensivas.
Las cifras de Camara hablan por sí solas
La salida inesperada de Lucía Corrales abrió las puertas a que Camara consiguiera ficha en el primer equipo (utiliza el dorsal 23). Y, desde que ha estado a disposición de Pere Romeu, la de Sabadell ha vestido la camiseta azulgrana en cuatro de los cinco partidos disputados: 35 minutos contra el Alhama, 26 en San Mamés ante el Athletic, 20 frente al DUX Logroño y 64 en el derbi.
Sus cifras hablan: 93% de acierto en el pase de media, tres recuperaciones por partido y un pleno de duelos ganados en el suelo. Aparte de sus números, también empieza a mostrar conexión en la derecha con Aitana, Graham o Vicky López.
“Cuando ves que las compañeras le pasan el balón, le permiten incorporarse y arriba se lo devuelven, significa que está totalmente integrada en el equipo”, explicó Romeu al terminar el derbi catalán.
Sus condiciones físicas, la lectura que hace del juego y su madurez para afrontar retos la convierten en una apuesta de futuro que comienza a ser presente. Aïcha Camara, la niña que creció entre balones de fútbol y que perseguía vestir la camiseta del Barça, ya es una realidad.
Su trayectoria futbolística
Nació el 11 de diciembre de 2006 en el barrio de Can Puiggener, en Sabadell. Y, desde siempre Aïcha Camara ha crecido rodeada de campos de fútbol municipales y anhelos que en poco tiempo se quedaron cortos para una joven que estaba llamada a hacer grande en el fútbol profesional.
En el equipo de su ciudad, en el Sabadell llamó la atención su potencia y capacidad para imponerse en el uno contra uno. Cualidades que hicieron que muchos posaran sus miradas en ella, convirtiéndose en un abrir y cerrar de ojos en el objeto de deseo de muchos clubes. Pero, hubo uno que fue más rápido que los demás, el FC Barcelona, quien consiguió incorporarla a La Masia.
Con solo 15 años, en la temporada 2022/23, ya vestía la camiseta del filial azulgrana, un salto que muchos consideraron demasiado prematuro pero que anticipaba y anunciaba la progresión que iba a tener. Poco a poco fue ganándose un lugar en las convocatorias de las categorías inferiores de la selección española y en el FC Barcelona.
Ahora con 18 años ha sido titular con el primer equipo, una demostración más de que su talento y sus cualidades futbolísticas no se quedaron por el camino, si no que siguió progresando para convertirse en una joven promesa. Algunos de sus logros más destacados están presentes en Europa, en el verano de 2024 llegó una de las oportunidades de su vida, el Europeo sub-19.
Camara junto con sus compañeras, no solo se alzaron como campeonas, sino que la catalana se consolidó como titular indiscutible en el centro de la defensa. Y, algunos se atreven a comparar su caso con el de otro joven culé, Lamine Yamal.