La vida de Aitana Bonmatí hace dos años que cambió rotundamente y es que, no todas las futbolistas pueden presumir de haber sido elegida, por partida doble, como mejor jugadora del mundo. Por ello, al recibir, el año pasado, su primer Balón de Oro su vida ya no fue la misma. “Me cambia la vida, pero no he cambiado yo como persona, que creo que es importante. Te cambia la vida porque es un premio que llega a todo el mundo en una dimensión brutal. Al final hace que mucha gente más te conozca y lo notas en todos los sentidos, en los campos de fútbol o cuando voy por la calle. Ahora mismo voy por la calle y siempre estoy pendiente por si me encuentro con alguien, de tener buena cara todos los días, pero forma parte del proceso y de mi realidad actual”.
La centrocampista del Barça está orgullosa de haber ganado todos los títulos posibles, pero hay algo que le enorgullece aún más. “El legado que estamos dejando es algo que cuando yo me retire voy a valorar mucho. Incluso más que todos los títulos, que al final son objetivos deportivos, pero todo lo que estamos generando a nivel sociedad yo creo que queda para siempre”.
La importancia de tener referentes
Aitana confiesa que ella jamás soñó con lo que tiene hoy en día, porque, eso, cuando Aitana lo soñaba, no existía. “Yo cuando era pequeña no tenía referentes femeninos, sólo masculinos. Siempre tenía sueños de jugar en el Camp Nou con ellos, con Xavi, Iniesta, Messi, eran mis sueños de pequeña, pero eran sueños un poco irreales. Sueños como tal de conseguir todo lo que he conseguido no los tenía porque no lo veía como una posibilidad, entonces, no existía dentro de mi mente”.
Mudarse a Estados Unidos estuvo muy cerca
La flamante ganadora del premio The Best renovó con el Club de su vida hasta 2028, cosa con la que está más que satisfecha. “Estoy muy contenta de poder seguir vinculada al Club. Son ya 13 años muy felices. Es el Club que me ha visto crecer. Soy una privilegiada de ser de aquí, de vivir a 30 minutos del entreno y de jugar en el mejor equipo del mundo. Aquí lo tengo todo. A mí el Barça me gusta por lo que yo siento por el club, es algo que a mí me motiva, pero, también porque es un equipo ganador y yo soy una persona ganadora. Si el Barça fuera un equipo que no lucha por nada pues igual no estaría aquí”.
El Barça es, hoy en día, uno de los mejores equipos del mundo, pero hace unos años esto no era así y es por ello, que Aitana estuvo a punto de cruzar el charco buscando una nueva vida.
“Estuve a punto de irme a una universidad de Estados Unidos porque yo aquí veía que el fútbol no era profesional y se hablaba mucho que allí te daban la oportunidad de poder ser futbolista y estudiar a la vez. Lo veía como una oportunidad. Estuvimos valorándolo e incluso tuve reuniones con una universidad de Oregón. Pero al final, justo al mismo tiempo, me llegó la oportunidad de subir al primer equipo, que ya llevaban un año de profesionalización, entonces lo vi como una gran oportunidad”.
Sigue con la misma ambición
Casualidad o no Aitana se quedó en su club para hacer historia y lograr lo que antes nadie había logrado, pero la ambición no acaba aquí.
“Muchas veces se dice que lo difícil no es llegar, es mantenerse, y es verdad. Porque una vez llegas te puedes relajar y piensas por qué seguir. Entender que, aunque hayas ganado todo, tienes cosas que mejorar, es muy positivo. Creo que es algo que nosotras sabemos y somos conscientes. Creo que, a día de hoy, no nos hemos rendido, queremos seguir ganando y queremos seguir siendo el mejor equipo del mundo. Al final el límite nos lo marcamos nosotras”.
Orgullosa de compartir Balón de Oro con Rodri
Aitana no sólo mostraba orgullo por haber conseguido su segundo Balón de Oro, para ella, el hecho de compartirlo con Rodri lo hizo aún más especial.
“Me siento identificada con el discurso que dio Rodri y me gustó mucho porque fue muy natural, de corazón. Se le ve un chico muy normal, fuera de los estereotipos de ser futbolista. Me alegró mucho que fuera él quien ganara el Balón de Oro masculino, por lo que es en el campo, por ser centrocampista, también por cómo es él como persona. Hacen falta más referentes como él”.
Aitana y Rodri tienen mucho en común, son dos futbolistas mundanos, con mucha elegancia y con un talento excepcional. Ambos enaltecen la figura del centrocampista, ese jugador tantas veces olvidado.
La importancia de la mente
“La mente es lo más importante de todo. Siempre he ido al psicólogo, es algo que me gusta normalizar porque todo el mundo debería tener derecho a ir. Cuanto mejor aprenda a gestionar y aceptar las cosas todo me va a ir mejor”. La figura del psicólogo es clave en su carrera deportiva ya que no todo puede ser siempre perfecto. “No a todo el mundo le puedes gustar, yo lo acepto y estoy muy tranquila”, sentenciaba Aitana en DAZN.
Aitana está en lo cierto cuando afirma que no le puedes gustar a todo el mundo, pero siendo así, será difícil encontrar a alguien que no admire a la mejor futbolista del mundo.