La mediocampista inglesa del Chelsea, Keira Walsh, en una entrevista reciente que brindó para Long Story Short, podcast conducido por las ex jugadoras de fútbol, Jill Scott y Karen Carney, brindó unas declaraciones haciendo especial enfasis sobre su relación con sus ex compañeras del barça cuando le tocó compartir vestuario con ellas.
Walsh que compartia zaga en el mediocampo del club catalán, con jugadoras de tal nivel como Patri Guijarro, Alexia o la reciente Balón de Oro, Aitana Bonmatí. Aludía que era un privilegio haber pertenecido a ese equipo y al buen entendimiento que tenian sobre el terreno de juego. “El barça es el equipo icónico para cualquier centrocampista que quiera jugar con el balón”, comentaba la futbolista.
Conexión dentro y fuera del campo
Parte de las dos Champions League obtenidas con el club blaugrana es la buena relación y conexión que tenia con cada una de las armas de ataque del equipo, su gran compañera con la que armaban el juego era Patri Guijarro. “Patri y yo teniamos que movernos en sincronía. No hablabamos el mismo idioma, pero cuando saliamos al campo simplemente funcionaba”, mencionaba Walsh sobre como el balón fluiba solo cuando lo manejaban con su ex compañera.
Para ella, Patri es una mediocampista tan completa que manejaba las direcciones del balón sin necesidad de tenerlo, como si supiera como comenzaría y terminaría la jugada. “Pensarías que tiene ojos atrás en la cabeza. No se si cuando escanea, ni cuando mira a su alrededor. Sabe exactamente donde está todo el mundo”, palabras propias de Walsh.

Flores para Aitana y Alexia
La futbolista británica también tuvo comentarios buenos para las dos estrellas del actual Barça, Alexia y Aitana, diciendo que.“Está en movimiento constantemente. En los entrenamientos pensaba: ¿podrías dejar de correr, por favor?”. comentaba sobre el excelente nivel de forma de la tres veces Balón de Oro.
La presencia de Alexia en el vestuario era única, una líder absoluta para el equipo que Walsh no dudó en resaltarlo. “Recuerdo cuando Alexia entró. Tiene una especie de aura que no puedo describir. Entro, habló y todo el vestuario se quedó en silencio”.


