Atletismo

María Pérez: “Solo me faltaba un éxito entrando en un estadio olímpico”

La andaluza se convirtió en campeona mundial de 35km por segunda vez. Un título que agranda aún más su palmarés y eleva el listón del atletismo español

María Pérez en Tokyo
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María Pérez volvió a escribir historia en los 35km marcha: oro y tercera corona mundial. Se impuso con más de tres minutos sobre Antonella Palmisano y por delante de la ecuatoriana Paula Torres.

El éxito, que revalida su título de Budapest 2023, llegó acompañado de un caudal de declaraciones que explican su estado de gracia competitivo y su momento vital: “Solo me faltaba un éxito entrando en un estadio olímpico”, resumió emocionada.

El sueño del estadio y la gestión de la presión

María Pérez había anticipado el significado de esta meta: ganar entrando en un estadio olímpico. En Tokio lo consiguió y encadeno el deseo con el análisis de la carrera: “He sabido adaptarme a las circunstancias y a la presión de tener a Torres y Antonella al lado”.

“Os quiero España”: emoción y un mensaje al país

El oro tuvo banda sonora nacional en la recta final. Al cruzar la meta, la andaluza lanzó un grito que se hizo viral en la madrugada española: “¡Os quiero, España!“. Fue la síntesis del vínculo que la atleta mantiene con la afición y el reflejo de una celebración desatada tras un esfuerzo sin grietas.

Confianza radical: “Voy siempre a mi bola”

Más allá de la emoción, asomó la confianza que sostiene su hegemonía. “Cuando compito solo pienso en llegar. Voy siempre a mi bola, pero pienso que no hay nadie mejor que yo“, dijo la andaluza. De esta manera, subrayó una mentalidad competitiva que no es arrogancia sino convicción trabajada. 

María Pérez en Tokyo

Después, añadió sobre la previa: “No me importa decirlo antes, me da igual, os voy a ganar a todas”. La frase, contundente, se alinea con el dominio que mostró desde el ecuador de la prueba.

Datos que hablan

La campeona también dejó una perla con humor sobre el peculiar pelotón mixto del 35km: “También desdoblé a dos nipones, ¿eh?. En lo estrictamente competitivo, su registro de 2h 39:01 y la ventaja de 3:23 respecto a Palmisano dimensionan el nivel de su actuación, coronada con una entrada en solitario en el Estadio Nacional.

Nervios, melatonina y plenitud

El oro no borra los nervios, los ordena. “Soy una María diferente porque lo tengo ya todo, pero sigo poniéndome nerviosa. Anoche me tuve que tomar dos melatoninas y sentía la sensación de ansiedad de Budapest“, confesó la atleta.

Ese vértigo, dijo, también explica la gasolina competitiva que la engancha a la élite. Y completó la idea con una mirada de largo plazo: “Alcanzar este estado es complicado y cuando lo encuentras solo te queda disfrutar”.

Palmisano: espejo y estímulo

El relato de Tokio se escribe también con Antonella Palmisano, amiga, rival y compañera de entrenamientos en semanas clave de preparación. “Soy la atleta que soy gracias a ella y a la manera como se me han enseñado ella y su equipo a preparar las cosas”, reconoció.

Y remató con una declaración de principios: “Es muy importante compartir los grandes momentos con las personas importantes“. El podio compartido fue, en ese sentido, la postal perfecta de una rivalidad que eleva a ambas.

Un ejemplo que trasciende

Pérez puso palabras a su responsabilidad pública como referente de la marcha. “Yo donde voy, soy siempre bien recibida”, sostuvo, para extraer una conclusión que rebasa el tartán. “Eso quiere decir que algo bueno estoy haciendo. Y eso es lo que me voy a llevar siempre”.

Con esa brújula ética, la granadina ancla su legado a la visibilidad del deporte femenino y al impacto social de su excelencia.

Dominio y continuidad histórica

El oro de esta madrugada amplía una colección que ya incluía el doblete mundial de 2023 y la cosecha olímpica en los JJOO 2024. En Tokio, la española volvió a romper la carrera a partir del kilómetro 20 y se marchó en solitario hasta la pista, donde rubricó su tercer título mundial.

María Pérez, tras proclamarse campeona del mundo en Budapest 2023
EFE

Tanto sus palabras como sus actuaciones en cada competición, arman un perfil de una campeona competitiva, consciente de lo que hace y profundamente humana.

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