La atleta estadounidense Natalie Grabow ha escrito una página inolvidable en la historia del triatlón: a sus 80 años, se convirtió en la mujer de mayor edad en completar el Ironman World Championship en Kona, Hawái.
El reto que le tocó afrontar era en la exigente combinación de 3,8 km de natación, 180 km en bicicleta y 42 km de carrera a pie. Grabow finalizó la prueba en un tiempo de 16 horas, 45 minutos y 26 segundos, ganando además la categoría F80-84.
Una pasión descubierta después de los 60
Grabow descubrió su pasión por el triatlón cuando ya había entrado en la sexta década de su vida. Tras toda una vida dedicada a correr, decidió dar el salto al triatlón cuando tenía 60 años; un reto tardío, pero cargado de mucha ilusión.
Su presencia en el campeontato de Kona no fue cuestión de suerte. Previamente, había hecho historia al convertirse en la primera mujer de 75-79 años en completar un Ironman en Maryland con un tiempo de 15 horas y 53 minutos.
Con este historial reciente, su participación número diez en el Mundial fue más que un registro: fue la culminación de una trayectoria valerosa y constante, una que desafía los límites convencionales de edad y rendimiento.

Grabow llevaba una continuidad de entrenamientos constantes, adaptando su rutina a las exigencias del triatlón. Bajo la guía de entrenadores especializados, se enfocó en la resistencia y la recuperación, pilares esenciales para un atleta de su edad.
Caída, recuperación y triunfo final
La jornada no estuvo libre de algunas dificultades que llegó a pasar: durante el recorrido, Grabow sufrió un tropezón, un momento que podría haber roto el ánimo de muchos. Sin embargo, ella lo superó con firmeza, llegando a meta con una mezcla de orgullo y emoción.
Natalie Grabow se une así al selecto club de atletas que han trascendido sus propias expectativas y han elevado el triatlón a un estilo de vida al que no puede desligarse. Demostrando que la constancia, la actitud y la valentía son igual de importantes que el rendimiento técnico.
Su nombre ya se menciona junto al de figuras legendarias del deporte de resistencia, como una pionera que abrió camino para quienes creen que la edad no es una barrera, sino un desafío más que conquistar.
Su logro no solo representa un hito personal, sino también una inspiración para los triatletas veteranos en todo el mundo, demostrando que la edad —lejos de ser un impedimento— puede convertirse en un acto de superación.



