Cómo proteger los ahorros con los tipos al 2%

El BCE ha bajado los tipos al 2% reduciendo la rentabilidad de las opciones de inversión más conservadoras. Existen alternativas, pero exigen atención al detalle y cierta agilidad

Christine Lagarde, preside el BCE.

El Banco Central Europeo ha vuelto a mover ficha. Con la bajada de tipos al 2%, los depósitos, las letras del Tesoro y los fondos monetarios vuelven a quedarse sin apenas rentabilidad. Para el ahorrador conservador, esto implica un giro forzoso en su hoja de ruta. Lo que funcionaba en 2023, 2024 o principios de 2025 ya no basta. Las alternativas existen, pero exigen atención al detalle y cierta agilidad.

Lograr rentabilidad con bajo riesgo

Víctor Alvargonzález, consejero delegado de Nextep Finance, lo expresa así: “los productos tradicionales para el perfil conservador ya no rinden lo suficiente”. Según sus cálculos, la remuneración de los productos más seguros caerá pronto por debajo del 1%. Ante ese escenario, su propuesta se basa en una cartera de fondos conservadora. Recomienda fondos de renta fija compuestos por bonos de alta calidad crediticia con vencimientos medios, entre dos y tres años. Esta estrategia permitiría fijar una rentabilidad por encima del 2% anual, lo cual, en un contexto de tipos en retroceso, podría marcar la diferencia para muchos perfiles conservadores.

Eso sí, no todo vale. “No se trata de comprar cualquier fondo de renta fija”, advierte Alvargonzález. Algunos esconden una cartera de bonos de baja calidad, y otros, “como los promocionados por muchas entidades”, imponen comisiones elevadas o restricciones a la hora de reembolsar el dinero. El criterio debe ser de máxima liquidez, calidad crediticia alta y costes lo más bajos posible.

Más allá de la renta fija

José Manuel Marín Cebrián, economista y fundador de Fortuna SFP, adopta una visión más crítica. A su juicio, la renta fija entraña más riesgos de lo que parece. “Hay un exceso de liquidez en el mercado de deuda y una laxitud preocupante en la percepción del riesgo”, explica. Desde su punto de vista, la confianza en la deuda soberana está empezando a resquebrajarse. El endeudamiento acumulado por los bancos centrales puede acabar tensionando el sistema.

Hay opciones de inversión en metales preciosos.
Kiloycuarto.

Marín Cebrián no recomienda renta fija en ninguna de sus formas. En su lugar, propone proteger el capital a través de activos reales como los metales preciosos. “El oro y la plata ofrecen una cobertura histórica frente a la inflación, la devaluación de las divisas y la desconfianza en los emisores financieros”, señala. También apunta a los diamantes y piedras preciosas como otra vía para preservar valor en un entorno de incertidumbre creciente.

Diversificación

Frente a esa visión más defensiva, Alvargonzález propone incluir una pequeña porción de renta variable en las carteras. “Nadie se ha arruinado por tener un 10% o un 15% en bolsa”, afirma. Esa exposición permitiría añadir una capa de rentabilidad adicional sin comprometer la estabilidad general del ahorro. El matiz importante está en que debe tratarse de inversión diversificada, no de apuestas especulativas, y siempre a través de fondos líquidos.

¿Tiene sentido dar ese paso? Depende del horizonte temporal y la tolerancia al riesgo. Marín Cebrián advierte de que solo debe invertirse en bolsa si se está dispuesto a aceptar la volatilidad inherente del mercado. Si no se toleran oscilaciones a corto plazo, entonces conviene mantenerse al margen. Pero para quienes entienden que la renta variable exige un compromiso de largo plazo (cinco años o más), puede ser una herramienta eficaz.

Renta variable, dividendos y sectores ganadores con tipos más bajos

En este entorno, el experto propone que un inversor conservador valore dedicar hasta un 25% de su cartera a renta variable. Europa, a diferencia de Estados Unidos, no ha agotado aún su potencial de revalorización. La renta variable europea cotiza por debajo de sus medias históricas y puede verse impulsada por medidas fiscales como el nuevo plan de infraestructuras alemán o el rearme presupuestario en defensa.

La Bolsa española sube el 0,57 % este viernes y logra superar los 14.000 puntos.
Hay expertos que recomiendan una pequeña exposición en renta variable.
EFE/ Vega Alonso

Los sectores que podrían liderar ese nuevo ciclo incluyen la infraestructura y construcción, con empresas expuestas a grandes proyectos públicos; defensa y seguridad, debido al aumento estructural del gasto militar; y energía y renovables, por el descenso en los costes de financiación y los compromisos climáticos. También se observan oportunidades en el consumo cíclico y el lujo, gracias a la recuperación del crédito y la mejora del gasto privado.

Opciones

En este entorno de tipos más bajos, algunas cotizadas del Ibex 35 emergen como opciones interesantes para el inversor que busque rentabilidad por dividendo sin renunciar a cierta seguridad. Iberdrola, por ejemplo, combina una elevada deuda (más de 45.000 millones), con una potente generación de caja. Planea aumentar su beneficio neto a un ritmo medio del 5% anual hasta 2026. Cellnex, altamente apalancada, puede beneficiarse de la caída del euríbor, que le permitirá aligerar su carga financiera. Telefónica también figura en ese grupo: ha estabilizado su dividendo y mantiene una presencia sólida en sectores clave.

A pesar de las diferencias de enfoque entre los expertos, hay una coincidencia de fondo. El entorno ha cambiado. La estrategia de dejar el dinero quieto, a la espera de rendimientos pasivos seguros, empieza a quedarse sin recorrido. La caída de tipos obliga a actuar, a revisar las carteras y, sobre todo, a entender mejor qué significa hoy ser conservador en los mercados financieros.

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