Reportaje

Faltan mujeres en el sector STEM y niñas que les gusten las matemáticas

Solo el 5,5% de las ocupadas se dedica a sectores relacionados con ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas

Unas jóvenes participan en el Proyecto Impacto STEM, de la Fundación Endesa y la Fad Juventus.

Unas jóvenes participan en el Proyecto Impacto STEM, de la Fundación Endesa y la Fad Juventus.

Que no hay apenas mujeres ejerciendo en profesiones del sector STEM es solo la punta del iceberg. Es la parte visible de una concatenación de obstáculos para las niñas desde que comienzan la educación más temprana. ¿Y qué significa STEM? Proviene de un acrónimo, que se refiere a las áreas de conocimiento Science, Technology, Engineering and Mathematics (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas).

Según el Estudio Mujeres en STEM, Desde la educación básica hasta la carrera laboral de Esade y el Banco Santander, existen diferencias en los resultados de matemáticas desde Educación Primaria que provocan ese distanciamiento de las niñas hacia ciertas materias. “Esto se evidencia en menor autoconfianza, mayor ansiedad hacia las matemáticas y afectación emocional en las niñas, lo que les lleva a resultados más bajos. Ya en 4º de Primaria, las niñas presentan una probabilidad un 15% menor que los niños de considerar las matemáticas como su materia preferida, y entre 8 y 9% menor de considerarse buenas, aprender rápido, o disfrutar. Piensan con mayor probabilidad que son aburridas y difíciles”, explica el estudio.

El paso siguiente es que las tasas de mujeres sobre el total de personas matriculadas en grados universitarios STEM no llega al 50% en casi ningún caso, y en Matemáticas (36%), Física (27%), Telecomunicaciones (23%) o Informática (13%) son especialmente bajas. Y cada vez el número es menor. Por ejemplo, en el año 2000, un 21% de mujeres estudiaba Informática, 16.900 alumnas en España. En 2020, menos de un tercio, 5.000 alumnas.

Cuando las mujeres llegan al mercado laboral, ese porcentaje que tiene una ocupación STEM es del 5,5% sobre el total de mujeres ocupadas. Un presente desalentador que se está tratando de revertir con iniciativas como la que ha puesto en marcha la Fundación Endesa y FAD Juventud que promueve, entre adolescentes y jóvenes, el interés por el estudio de carreras del ámbito científico, tecnológico, ingeniero y matemático. Y eliminar las barreras de estereotipos de género. Participan estudiantes entre 12 y 18 años.

María Teresa Gimeno, directora de proyectos de Fundación Endesa, reconoce esa caída de las vocaciones desde hace al menos quince años. “Se ha observado una notable reducción en el número de estudiantes matriculados en disciplinas relacionadas con la tecnología, ciencia o matemáticas.

Según la Publicación 2022-2023 del Ministerio de Universidades Datos y cifras del sistema universitario español, durante el período 2006-2022 se registró una caída del 4,7 % en la matriculación de alumnos en este tipo de programas. Sin embargo, esta disminución no ha sido uniforme en todas las áreas de estudio. Por ejemplo, las ingenierías han experimentado una caída aún más significativa, con una disminución del 34,7 % en el número de matriculaciones”.

El objetivo es conseguir abrirles la mente. Que se interesen por sectores en los que quizás no habían reparado por falta de información o desconfianza, pero en los que podrían ser brillantes si se lo propusieran. “La Educación Secundaria es la etapa educativa en la que se presta mayor atención a la orientación educativa y profesional del alumnado, haciendo hincapié en la consideración de la perspectiva de género. Por ello, durante esta etapa se hace más presente la necesidad de realizar una orientación vocacional que es el momento en que los alumnos deben tomar decisiones cruciales sobre su futuro académico y profesional”.

Unas jóvenes participan en el Proyecto Impacto STEM, de la Fundación Endesa y la Fad Juventus.

Unas jóvenes participan en el Proyecto Impacto STEM, de la Fundación Endesa y la Fad Juventus.

Alberto Díez es uno de los orientadores de esta iniciativa, ofrece a sus estudiantes y a otros profesores una visión global de los estudios que no esté condicionada por el género. “Las barreras autoimpuestas por las mujeres en la elección de carreras STEM pueden originarse en la falta de información sobre las oportunidades y beneficios de esos campos, así como en la percepción de los desafíos asociados con ellos. Además, la presión social y familiar para elegir carreras consideradas más tradicionalmente femeninas también puede influir. Superar estas barreras requiere una mayor exposición a las carreras STEM desde una edad temprana, así como el fomento de la confianza en las propias habilidades y la capacidad de las mujeres para sobresalir en cualquier campo que elijan”.

E intenta abrirles la mente con modelos de éxito. “Alentarlas a considerar carreras STEM, organizo actividades y charlas con profesionales de esos campos, brindando modelos a seguir que demuestren que es posible triunfar en esas áreas. Además, fomento un ambiente de apoyo y mentoría para ayudar a mi alumnado a perseguir sus pasiones y ser libres en la elección de sus carreras”.

Y los ejemplos de otras mujeres son espejos donde poder mirarse de cara al futuro. “Si las estudiantes tienen modelos a seguir femeninos en su entorno familiar, como madres o hermanas que han roto barreras en carreras STEM, es más probable que se sientan capacitadas para seguir esos pasos. El apoyo y la inspiración en el hogar pueden jugar un papel crucial en la elección de carreras de las mujeres jóvenes y en su confianza para perseguir sus metas”. Ponerles nombre y cara a esas mujeres que abren puertas para que otras puedan seguirlas.

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