Durante la Conferencia de Presidentes celebrada el 13 de diciembre de 2024 en Santander, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, presentó al jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, una batería de propuestas en materia de emergencias y servicios públicos que no fueron atendidas por el Gobierno central. Entre ellas, destacaba la creación de una Secretaría de Estado de Emergencias, con el objetivo de reforzar los sistemas de prevención, mando y coordinación del Estado frente a catástrofes de interés nacional.
En esa cumbre autonómica, Ayuso también planteó la adscripción de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) al Ministerio del Interior, para incrementar su capacidad de análisis del impacto de los riesgos meteorológicos y climatológicos y mejorar la anticipación ante eventos extremos. Al mismo tiempo, elevó la necesidad de avanzar en infraestructuras hidráulicas que evitasen inundaciones, como las sufridas en Valencia, y la aprobación de una Ley de Coordinación de Servicios de Extinción de Incendios y Salvamentos. Esta ley, explicó, permitiría articular de forma eficaz los 22.000 bomberos repartidos en más de 120 servicios en todo el país, ante emergencias de gran envergadura.
Durante su intervención en el Palacio de la Magdalena, Ayuso defendió el modelo autonómico de España como “Estado de las autonomías y no federal” y afirmó que cualquier debate institucional profundo debía someterse a los ciudadanos en unas urnas. “Todos somos iguales ante la ley. Somos un único país, 17 regiones, y todo lo que es de todos se tiene que debatir abiertamente en confianza”, dijo.

Ahora, ante la terrible oleada de incendios que afecta al país, las propuestas de Ayuso adquieren de nuevo relevancia política, más aún a tenor de que el Gobierno central las ignoró. Muchos focos permanecen activos en regiones como Galicia, Castilla y León y Extremadura, con más de 340.000 hectáreas quemadas, y más de 30.000 personas ya han sido evacuadas. La Unidad Militar de Emergencias (UME) ha desplegado más de 1.400 efectivos en las tareas de extinción, pero el país enfrenta horas difíciles en muchos puntos críticos
En este contexto, contar con una Secretaría de Estado de Emergencias que centralizase la coordinación, integrase a AEMET en la gestión operativa y facilitase el despliegue sinérgico de recursos como bomberos, brigadas autonómicas, la UME y medios aéreos, habría fortalecido la respuesta estatal y la coordinación entre administraciones, según interpretan fuentes populares. De hecho, recuerdan, incluso Pedro Sánchez defiende ahora la urgencia de dotar al país de herramientas más robustas ante la crisis climática.