El Gobierno avanza con su propuesta de reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales. Una medida que ha sido uno de los ejes centrales de la agenda de Yolanda Díaz desde el inicio de la legislatura. La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo busca su aprobación en el Consejo de Ministros para iniciar el trámite parlamentario, pero el camino no será sencillo. Uno de los mayores obstáculos viene de Cataluña, donde Junts ha anunciado una enmienda a la totalidad.
La posición de Junts no solo complica el calendario legislativo del Ejecutivo, sino que introduce un nuevo elemento: la necesidad de adaptar la reducción de la jornada laboral a las particularidades económicas y sociales de Cataluña. Esta condición será clave para desbloquear las negociaciones y permitir que la medida avance en el Congreso.
Cataluña exige una reforma adaptada a su tejido empresarial
La portavoz de Junts en el Congreso, Míriam Nogueras, ha calificado la reducción de la jornada laboral tal y como está planteada como un “ataque frontal” a los autónomos y pequeñas empresas catalanas. En su opinión, el Gobierno ha ignorado la especificidad del tejido productivo de Cataluña, compuesto en un 99,8% por pymes. Y ha roto el diálogo social al negociar únicamente con sindicatos de ámbito estatal.
Nogueras denuncia que la reducción de la jornada laboral implica costes adicionales y sanciones para las pequeñas empresas sin ofrecer mejoras económicas reales a los trabajadores. A su juicio, el texto actual pone en peligro la viabilidad de miles de negocios en Cataluña. Eso hace imprescindible una adaptación territorial.

Con la enmienda a la totalidad, Junts pretende detener el trámite de la ley y abrir un nuevo espacio de diálogo con el Ejecutivo. Su objetivo es adaptar la reducción de la jornada laboral a la realidad catalana. No solo desde una perspectiva económica, sino también política. La formación independentista exige que se escuche a los agentes sociales y económicos de Cataluña antes de aprobar cualquier reforma.
Esta postura ha dejado claro que Junts no se opone a la reducción de la jornada laboral en sí, sino a su aplicación uniforme en todo el Estado sin considerar la diversidad de modelos productivos existentes. La condición para avanzar es que el texto incorpore mecanismos de flexibilidad para territorios con estructuras empresariales distintas.
Yolanda Díaz mantiene su apuesta pese a la presión
Frente a la oposición de Junts, la ministra Yolanda Díaz ha reiterado su compromiso con la reducción de la jornada laboral. Asegura que se trata de una medida justa y posible, que beneficiará a más de 12 millones de trabajadores en todo el país. También ha insistido en que trabajar menos mejora la calidad de vida y fomenta un empleo más digno.

Sin embargo, Díaz es consciente de que la aprobación de la reducción de la jornada laboral requiere acuerdos complejos. El rechazo frontal del Partido Popular y la falta de una mayoría clara obligan al Gobierno a negociar con formaciones como Junts, cuyo respaldo es ahora decisivo.