El presidente Sánchez quiere aprovechar la Conferencia de Presidentes autonómicos del viernes para poner sobre la mesa el problema de la vivienda.
La propuesta consiste en triplicar el gasto en vivienda hasta los 7.000 millones de euros y que las autonomías asuman un 40% además de crear una base de datos pública que permita a la ciudadanía conocer los precios reales de compra/venta o alquiler en su ciudad y que la vivienda protegida lo sea para siempre como sucede, por ejemplo, en el País Vasco.
Un paso más para mejorar el acceso a la vivienda, cuyos precios tanto en el alquiler como de venta, se han disparado sin encontrar techo por el momento. La propia Comisión Europea ha instado al Ejecutivo a aumentar su oferta de inmuebles públicos y asequibles ya que se sitúa “muy por debajo” de la media en la Unión Europea y que se centre en medidas para los jóvenes y las familias con los ingresos más bajos.
Déficit de vivienda
La Comisión se basa en los últimos datos del Banco de España que muestran que casi el 40% de los inquilinos españoles dedican casi la mitad de sus ingresos a pagar la vivienda frente a la media de la UE que estaría en el 27%, y del déficit de vivienda que cuantifica en aproximadamente 600.000 unidades.
Otro problema en España es la vivienda vacía. Según una encuesta de Fotocasa, hay un 47% de mujeres propietarias de casas sin habitar frente a un 53% de hombres. Es una proporción de casi la mitad pese a que hace tan solo un año el porcentaje de mujeres era del 42%. ¿y cuál sería el perfil de ese propietario o propietaria? Tendría de media 53 años, viviría con su pareja e hijos y pertenece a la clase media.
Según datos del INE, que analizó el consumo eléctrico de más de 28 millones de contadores para identificar las casas desocupadas, hay en torno a 3,8 millones de viviendas vacías, esto representa el 14,4% del total del parque de viviendas en el país.
Según Fotocasa habría un 3% de propietarios que tendrían esas viviendas pero no las alquilarían. Con el objetivo de incentivarles, el PSOE ha presentado en el Congreso una proposición de ley con diversas medidas fiscales y regulatorias. En el caso de la vivienda vacía, propone la creación de un nuevo impuesto estatal que empuje a los propietarios a colocar esos pisos en el mercado y aumentar la oferta disponible.
Impuesto especial para segundas residencias
El PSOE también plantea un impuesto especial de carácter progresivo para los propietarios que tengan segundas residencias o más. Podría establecerse por tramos según el número de viviendas. De tres a cinco sería un tipo base, de seis a 10 viviendas un tipo medio y más de diez viviendas, tipo alto o muy alto. El cálculo se haría sobre el valor catastral total del parque de viviendas en propiedad pero no sustituiría ni modificaría el IBI directamente sino que sería un nuevo tributo acumulativo. Por un lado, el propietario pagaría el IBI, que es municipal, y además este otro impuesto estatal.
Según Idealista, la oferta del alquiler se ha restringido un 56% en los últimos cuatro años y no es porque se haya producido un trasvase total hacia el alquiler temporal sino porque muchas de ellas se han quedado vacías. Una escasez de stock que se produce sobre todo en ciudades de Cataluña donde se aplica un tope al precio de los alquileres en las zonas tensionadas.
Motivaciones de los propietarios
Fotocasa considera que, entre las principales motivaciones de los propietarios para mantener una vivienda vacía, “destaca el hecho de que un determinado inmueble no esté en condiciones de ser vendido o alquilado, ya que necesita reformas”. Malas condiciones de un piso que requieren de una inversión potente para sacarlo al mercado. “Un 22% de los encuestados esgrimen esta razón, ocho puntos porcentuales más que en 2024, y se sitúa, así como el argumento más común para tener un inmueble sin uso. A continuación, cae al segundo lugar la falta de acuerdo entre los herederos de una vivienda sobre qué uso dar a esta propiedad, algo que señalan el 16% de los encuestados”.
Por otro lado, los propietarios de viviendas vacías indican otras motivaciones, como la desconfianza ante impagos o daños en el piso (18%) o por temor a no poder recuperarlo en caso de morosidad (10%). “Los propietarios también señalan razones como tener alguien cercano (familiar, amigo o conocido) que prevé mudarse a este inmueble en breve (15%), estar ejecutando obras en la vivienda (9%), haber puesto un piso a la venta hace menos de un año (9%), o haber tenido malas experiencias con inquilinos en el pasado (7%)”.