El Convento de las Comendadoras de Santiago, considerado uno de los grandes exponentes del barroco madrileño, vuelve a abrir sus puertas tras más de veinte años de trabajos de recuperación. La reapertura supone la incorporación de este espacio monumental al circuito cultural de la capital, ofreciendo a madrileños y visitantes la oportunidad de recorrer su iglesia de planta de cruz griega, su cúpula de gran escala y diversas dependencias que atesoran siglos de historia. El proyecto de restauración, dividido en dos fases y concluido en 2022, ha permitido estabilizar la estructura y devolver el esplendor perdido a estancias que permanecían cerradas desde hacía décadas.

Fundado en el siglo XVII como sede madrileña de la Orden Militar de Santiago, el convento comenzó a levantarse bajo la dirección de los arquitectos José y Manuel del Olmo. Su construcción avanzó lentamente hasta que, en el siglo XVIII, el arquitecto real Francisco Sabatini reorganizó el conjunto y unificó las distintas casas que lo componían, dándole la fisonomía que aún conserva. Desde 1970, el edificio cuenta con la categoría de Bien de Interés Cultural, aunque su historia no está exenta de episodios dramáticos: durante la Guerra Civil, las religiosas fueron expulsadas y el inmueble se transformó en cárcel masculina para presos republicanos. No fue hasta 1941 cuando recuperó su función religiosa, manteniéndose desde entonces como un referente del patrimonio madrileño.
Espacios recuperados tras la restauración
La intervención ha permitido reabrir al público espacios únicos como la Sacristía de los Caballeros, diseñada en el siglo XVIII por Francisco Moradillo. Su planta elíptica, la policromía original recientemente recuperada y el mobiliario monumental —entre ellos una imponente mesa central— refuerzan la solemnidad del lugar. También destacan la Capilla de las Niñas, decorada con un gran lienzo de inspiración murillesca y símbolos heráldicos borbónicos; el coro bajo, con su órgano rococó y una imagen de Santiago Apóstol; y el altar mayor, presidido por un lienzo de Luca Giordano que representa la batalla de Clavijo. Cada estancia pone de relieve la riqueza artística que encierra el convento y que vuelve a ser accesible tras décadas de clausura.
Horarios y entradas
El itinerario de visitas incluye la iglesia, la Sacristía de los Caballeros, la Capilla de las Niñas y la Sala Capitular, entre otros espacios. El acceso se realiza desde la plaza de las Comendadoras, en pleno corazón del barrio de Universidad. El monasterio abre de martes a viernes, de 10:30 a 14:00 horas y de 15:00 a 18:00 horas. Los sábados se organizan visitas guiadas en horario de 12:00 a 18:00 horas. La entrada general tiene un precio de 10 euros. Con descuentos para pensionistas y mayores de 65 años (8 €), y para jóvenes de 12 a 18 años (5 €). Los menores de 12 años y personas con una discapacidad superior al 60 % acceden gratuitamente.
Patrimonio recuperado para la ciudad
La reapertura del Convento de las Comendadoras de Santiago supone devolver a la ciudad uno de sus tesoros barrocos más singulares. Este espacio, que combina espiritualidad, arte y memoria histórica, promete convertirse en un nuevo referente cultural dentro del centro histórico de Madrid. Un enclave que invita a recorrer la huella de siglos pasados y que, tras su restauración, se reintegra plenamente en la vida cultural de la capital.
Y además, llegare hasta él no es muy complicado, pues el convento es de fácil acceso en transporte público. Las estaciones de metro más cercanas son Noviciado (L2, L3 y L10), San Bernardo (L2 y L4) y Ventura Rodríguez (L3). También llegan varias líneas de autobús urbano (002, 3, 21, 147 y C03). Y hay estaciones de BiciMAD en calles próximas como Conde Duque, Norte y San Bernardo.