ARAGÓN

El conjunto mudéjar del siglo XIII que casi nadie visita y fue declarado Patrimonio Mundial hace 38 años

Teruel es uno de los lugares más desconocidos de España por los muchos atractivos que posee, especialmente en lo que se refiere a su arte Mudéjar

La Catedral Mudéjar de Teruel

Pese a su incalculable valor histórico y artístico, el arte mudéjar de Teruel sigue siendo uno de los tesoros patrimoniales más desconocidos de España. Declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO en 1986, este conjunto de monumentos, erigidos en su mayoría entre los siglos XIII y XIV, representa una simbiosis única entre la tradición cristiana y la estética islámica. Sin embargo, a pesar de su reconocimiento internacional, muchos de sus rincones aún no figuran en el mapa de las visitas masivas.

Uno de los hitos más significativos de esta joya turolense es la torre de la Catedral de Santa María de Mediavilla, la más antigua del conjunto y, a la vez, la última en ser completamente restaurada. Aunque el proyecto para su recuperación fue aprobado hace más de una década, no fue hasta la llegada de fondos a través del Fondo de Inversiones de Teruel cuando pudo hacerse realidad. La restauración, dividida en varias fases desde 2016, culminó en 2021 devolviendo su esplendor a este coloso mudéjar de casi ocho siglos de antigüedad. Además de recuperar su belleza arquitectónica, se ha restaurado el acceso original al templo, permitiendo integrarla en la visita del conjunto catedralicio y su museo de arte sacro.

La Catedral Mudéjar de Teruel

La restauración es el objetivo

Este proceso de rehabilitación no es un hecho aislado. Desde la inclusión del arte mudéjar de Teruel en la lista de la UNESCO, se ha llevado a cabo un ambicioso plan de conservación que comenzó en 1990 con un Plan Director. Gracias a él, se sentaron las bases para una restauración respetuosa con la esencia de cada monumento, marcada por la continuidad y el rigor.

Entre las actuaciones están las intervenciones en la iglesia y torre de El Salvador, una de las primeras rehabilitaciones, y actualmente abierta al público como centro de interpretación del mudéjar. Desde hace casi tres décadas, esta torre acoge a los visitantes con un recorrido audiovisual que explica el origen y evolución de este arte singular, y ofrece desde su cuerpo de campanas una de las mejores vistas de la ciudad.

No menos importante es la torre de San Martín, otra de las protagonistas de este legado. Su restauración, que se prolongó desde 1990 hasta 2007 en diferentes etapas, ha permitido consolidar su estructura y devolverle su esplendor original. Aunque aún no está abierta al público, se trabaja en un futuro acceso que completaría la ruta mudéjar de Teruel. Su interior, más estrecho y de escaleras empinadas, revela la técnica constructiva almohade que comparte con El Salvador: una torre envolviendo a otra.

El conjunto se completa con la iglesia y torre de San Pedro, que forma parte del Conjunto Amantes. Este edificio sigue siendo objeto de múltiples intervenciones desde los años 90, incluyendo la restauración del claustro entre 2007 y 2008, que supuso una inversión de más de 1,7 millones de euros.

La falta de visitantes es un problema

A pesar de todo este esfuerzo por preservar y poner en valor el patrimonio mudéjar de Teruel, la afluencia de visitantes sigue siendo discreta, sobre todo si se compara con otros enclaves patrimoniales de España. Esto convierte a la ciudad en un destino ideal para quienes buscan empaparse de historia sin aglomeraciones, disfrutando de una arquitectura que habla de convivencia, mestizaje y resiliencia cultural.

Con la reciente recuperación de la torre de la Catedral y planes en marcha para abrir las restantes torres al público, Teruel renueva su apuesta por acercar su legado mudéjar al gran público. Un conjunto monumental que, aunque reconocido por la UNESCO hace ya 38 años, aún es el secreto mejor guardado del arte medieval en Aragón y la Península.

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