El escenario político en Extremadura no cambia tras el recuento del voto en el extranjero. El PP se queda con 29 escaños (uno más que en los anteriores comicios y a cuatro de la mayoría absoluta), a 11 del PSOE del imputado Miguel Ángel Gallardo, consumando su peor registro histórico en la comunidad.
El voto en el exterior (que forma parte de aquellos extremeños que residen de forma permanente fuera de España y debe su nombre a que están inscritos en el Censo Electoral de Residentes Ausentes (CERA)) se ha contabilizado este viernes en Cáceres y Badajoz. De los 860.375 extremeños que tenían derecho a voto el pasado 21 de diciembre, 30.610 residían en el extranjero, 1.800 más que en las anteriores elecciones de 2023.
En Cáceres, donde 244 votos separaban un escaño al PP, se quedó en manos del PSOE. Todo sigue igual. De hecho, los socialistas han sido la fuerza más votada con 317 votos; seguida del PP, con 279; Vox, con 170, y Unidas por Extremadura, con 143. En cambio en Badajoz, la participación fue escasa. Se han contado 913 votos de los 12.769 electores residentes en el extranjero, de los que 312 han sido para el PSOE, 203 para el PP, 176 a Vox, y 157 a Unidas por Extremadura.

Extremadura deja de ser de izquierdas
La derecha ha conseguido imponerse en los comicios con un 60% de los votos (entre PP y Vox) en un territorio histórico pero que tras los últimos comicios, el PSOE han conseguido su peor registro, quedándose a 11 escaños del PP y solo 7 por encima de Vox. La debacle del PSOE provoca que se queden fuera de la Asamblea históricos del partido como José María Vergeles, vicepresidente segundo de la Junta de Extremadura entre 2019 y 2023, y consejero de Sanidad y Servicios Sociales entre 2015 y 2023.
Los socialistas, quienes han gobernado durante 36 de los últimos 42 años, han perdido su condición de formación más votada, lo que ha supuesto la dimisión del imputado Gallardo y la creación de una comisión gestora con José Luis Quintana al frente.

