DECORACIÓN

Así es la casa de Rigoberta Bandini en Barcelona: arraigo emocional y belleza artística

Para Rigoberta Bandini, vivir en Barcelona —y en concreto en Sant Gervasi— no es una simple elección logística, sino una declaración de identidad

Paula Ribó, más conocida por su nombre artístico Rigoberta Bandini, se ha consolidado como una de las voces más reconocibles e influyentes del pop español contemporáneo. Con un estilo directo, fresco y emocionalmente desarmante, ha sabido conquistar al público con canciones como “Perra”, “In Spain We Call It Soledad” o el ya icónico himno “Ay mamá”.

Pero más allá de los escenarios y los focos, hay una dimensión más íntima y cotidiana en la vida de la artista: su conexión con Barcelona, la ciudad donde nació y en la que ha elegido seguir construyendo su vida.

Barcelona: mucho más que un lugar, un refugio

Lejos de la imagen de artista nómada que a menudo acompaña a las figuras del pop, Rigoberta Bandini se mantiene firmemente enraizada en su ciudad natal. Barcelona no solo ha sido su lugar de nacimiento, sino también el escenario de su desarrollo personal y artístico. La cantante ha declarado en más de una ocasión su profundo apego a la ciudad condal: “Es mi casa. No me muevo de aquí”, ha afirmado con rotundidad.

Y es que su entorno le resulta tan familiar como inspirador. En sus letras hay referencias directas o sutiles a su contexto, a esa mezcla de belleza urbana, contradicciones y emociones que se respiran en cada rincón de la capital catalana.

Sant Gervasi, el barrio donde todo empezó

Rigoberta creció en Sant Gervasi, un barrio distinguido del distrito barcelonés de Sarrià-Sant Gervasi. Allí transcurrió su infancia y adolescencia, y hoy sigue vinculada a esa zona, convertida en el telón de fondo de su vida adulta. Conocido por su carácter residencial, elegante y tranquilo, Sant Gervasi ha sido históricamente un lugar predilecto para familias acomodadas, profesionales liberales y artistas que buscan equilibrio entre calma y proximidad al centro de la ciudad.

En este entorno, rodeada de colegios de prestigio, arquitectura modernista y zonas verdes, Rigoberta forjó su personalidad artística. Estudió en el colegio de las Teresianas, una joya modernista obra de Antoni Gaudí, que deja entrever ya el tipo de paisaje cultural en el que se movió desde pequeña.

Vivir en Sant Gervasi: calidad de vida y tradición

El barrio de Sant Gervasi es, hoy por hoy, uno de los más valorados de la ciudad. Las amplias avenidas arboladas, las fachadas señoriales y la atmósfera tranquila lo convierten en un enclave codiciado tanto para residir como para inspirarse. A ello se suma una amplia red de servicios exclusivos, desde centros médicos y colegios hasta restaurantes, teatros y librerías independientes.

En cuanto a la vivienda, el precio del metro cuadrado se sitúa entre los más altos de Barcelona, con valores que superan los 6.000 euros por metro cuadrado en venta y más de 20 euros por metro cuadrado en alquiler, dependiendo de la zona exacta.

Una carrera musical imparable

Aunque su irrupción en la escena musical fue reciente —comenzó su carrera en solitario en 2019 tras su etapa en The Mamzelles—, el crecimiento de Rigoberta Bandini ha sido meteórico. Su música, que mezcla electropop, melodías íntimas y letras de fuerte carga emocional y feminista, ha conectado con una generación que busca referentes reales y sin filtros.

Su segundo disco, “Jesucrista Superstar” (2025), ha sido recibido con entusiasmo por crítica y público, consolidando su estatus de icono contemporáneo. Canciones como “Si muriera mañana” o “Pamela Anderson” han demostrado su capacidad para mezclar el arte con el discurso social.

Una vida familiar bajo los focos

La artista comparte su vida con Esteban Navarro, humorista y uno de los integrantes del dúo Venga Monjas. La pareja comenzó su relación en 2019 y en 2020 dieron la bienvenida a su hijo. Tres años después, en mayo de 2023, se casaron en una ceremonia civil oficiada por la entonces alcaldesa Ada Colau, en una clara muestra de su compromiso con la ciudad y sus símbolos.

Barcelona como brújula vital y creativa

Para Rigoberta Bandini, vivir en Barcelona —y en concreto en Sant Gervasi— no es una simple elección logística, sino una declaración de identidad. Su música, su discurso y su estética beben de la cultura urbana y mediterránea que la rodea. En un mundo donde muchos artistas huyen del origen para buscar nuevas musas, ella ha decidido quedarse, crecer y crear desde su raíz.

Y quizás sea precisamente ese arraigo el que le permite ser una de las voces más genuinas del panorama musical español actual.

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