El foco mediático vuelve a situarse sobre Irene Rosales y Kiko Rivera tras su mediática ruptura. Después de once años de relación y dos hijas en común, la pareja afronta ahora una nueva etapa marcada por la separación.
Este martes 2 de septiembre, la situación dio un giro cuando Kiko Rivera fue visto por primera vez regresando al domicilio familiar en Castilleja de la Cuesta, Sevilla. La visita del hijo de Isabel Pantoja coincidió con las declaraciones más esperadas de Irene Rosales, que aclaró en qué punto está su relación con el DJ.
La visita inesperada de Kiko Rivera al domicilio familiar
En la mañana del martes, las cámaras de Vamos a ver captaron la llegada de Kiko Rivera a la vivienda que compartía con Irene Rosales. El artista, que apareció en moto y no se quitó el casco, prefirió no responder a las preguntas de los reporteros que aguardaban en la puerta.
Según se ha podido saber, el motivo de su presencia fue continuar con la mudanza iniciada días atrás. Y, sobre todo, pasar tiempo con sus dos hijas.

La visita de Kiko Rivera generó expectación no solo por su carácter inesperado, sino también porque era la primera vez que regresaba a la casa tras confirmarse públicamente el divorcio con Irene Rosales.
En el interior de la vivienda, el DJ disfrutó de una mañana en compañía de las niñas, mientras los periodistas buscaban cualquier gesto que pudiera revelar el estado actual de la relación.
Irene Rosales aclara si habrá reconciliación
Poco después, fue Irene Rosales quien llegó al domicilio y se encontró con la presencia de los medios. Ante las preguntas insistentes, la sevillana respondió de manera clara y sin rodeos.
“No hay reconciliación, ya lo hemos dicho, vamos a tener una relación normal, no hay nada malo”, afirmó. Con estas palabras, la excolaboradora de televisión quiso zanjar los rumores que llevaban días circulando.
Además, Irene Rosales aprovechó el momento para desmentir informaciones sobre supuestos conflictos económicos y la implicación de terceras personas en su ruptura con Kiko Rivera. “Me gustaría decir que no hay ningún tipo de problema, que se deje de inventar cosas económicas que son completamente falsas y que dejéis de nombrar a terceras personas, porque son terceras personas que no tienen nada que ver, como Fran”, puntualizó.
Un mensaje directo a los rumores
Las declaraciones de Irene Rosales no solo respondieron a la pregunta sobre una posible reconciliación con Kiko Rivera, sino que también sirvieron para lanzar un mensaje a la prensa y a la opinión pública.

La sevillana insistió en que, a pesar de la separación, mantienen una relación cordial por el bienestar de sus hijas. Consciente del interés mediático que despierta su ruptura, Rosales quiso frenar las especulaciones sobre supuestas disputas familiares o económicas.
La claridad de Irene Rosales contrasta con el silencio de Kiko Rivera, que hasta el momento ha optado por no dar declaraciones a los medios. Sin embargo, su actitud distante al llegar en moto y sin quitarse el casco refleja la tensión que aún rodea a la pareja tras el divorcio.