Rehenes

El reencuentro de Noa Argamani con su novio dos años después de ser secuestrados: “Por fin podemos comenzar nuestra curación juntos”

Los familiares de los 20 liberados celebraron el retorno con sus seres queridos tras dos años de agonía en los túneles de Hamás

Noa y su novio rehén liberado
Noa Argamani y su novio, el rehén liberado este lunes Avinatan Or se reencuentran
IDF

Uno de los reencuentros más simbólicos fue el de Noa Argamani, rehén liberada en una operación especial en el corazón de Gaza, con su novio Avinatan Or. Ambos fueron capturados del festival Nova, y las imágenes de su cruel separación, subidos en motos y portados hacia la franja, dieron la vuelta al mundo. Ahora, ambos pueden “empezar a recuperarnos juntos”.

Argamani posteó en redes que han pasado “dos años desde el último momento que vi a Avinatan, el amor de mi vida. Dos años desde que terroristas nos secuestraron y me separaron de Avinatan ante los ojos del mundo”. Desde entonces, “nuestro camino en cautiverio nos separó. Yo fui capturada junto a niños, mujeres y ancianos, mientras que él estaba solo. Yo estaba en casas, y Avinatan en los túneles. Hamás publicó pruebas de vida mías, pero sobre él no teníamos ninguna información”, explicó. 

Noa
Noa Argamani y su novio recién liberado
FDI

Noa Argamani pasó 246 días de cautiverio, Avinatan 738. “No puedo expresar las emociones que sentí cuando lo vi por primera vez en tanto tiempo. Ambos afrontamos la muerte múltiples veces, pero tras dos años, damos nuestros primeros pasos juntos en Israel”. La joven precisó que “la recuperación será larga”, ya que todavía no han procesado el sufrimiento. Como el resto de liberados, agradecieron a los soldados israelíes que combatieron en Gaza para tratar de encontrarles. Benjamin Netanyahu no figuró en la lista de agradecimientos. 

Israel
Imagen del secuestro de Noa Argamani el 7-O

“Gracias al presidente Trump por hacer posible lo imposible”, declaró Tal Shoham, quien pasó 500 días en el infierno gazatí. Habló junto a Ilan Dalal, padre del rehén liberado Gilboa Dalal. Tras recibir la última prueba de vida de su hijo, el padre reconoció que “vimos la desesperación en sus ojos. No lo vimos como lo recordamos. Tras pasar dos años de hambruna, humillación y abuso físico y psicológico, no sabemos cómo le afectará. Esperemos que pueda reconstruir su vida”. 

Shoham recordó que “sufrí hambre deliberadamente como parte de la tortura psicológica, recibía entre 200 y 300 calorías diarias, que debía compartir con mis colegas Guy y Eviatar David. Todo mientras veía como los hombres armados de Hamás robaban cajas de comida de ayuda humanitaria llegada de Egipto, Turquía o los Emiratos”. 

Elkana Bohbot pasó también la mayor parte del tiempo encadenado bajo tierra, donde los rehenes perdían la noción del tiempo y el espacio. En ocasiones, algunos podían ver el canal Al Jazeera, donde veían a decenas de miles de israelíes en las calles exigiendo su libertad. Eso les dio oxígeno. Bohbot salió con los brazos marcados por las heridas de las cadenas. Privado de ducha, exigió poder lavarse en el aniversario de su boda. 

Los gemelos Gali y Ziv Berman, secuestrados juntos, permanecieron separados durante todo el cautiverio. Como la mayoría, no sabían sobre el estado de sus familiares. Estaban cerca el uno del otro, pero lo desconocían. Su esperado abrazo de reencuentro se produjo en la base de Re’im, y fue celebrado por las masas concentradas en Tel Aviv. 

Las condiciones relativamente buenas en que salieron los rehenes de Gaza contrasta con los videos de terror psicológico publicados por Hamás hace un mes. El padre de Guy Gilboa explicó que su hijo fue alimentado a la fuerza en los últimos días de cautiverio, dado su estado de extrema delgadez. Matan Angrest, soldado cautivo, sufrió especialmente la tortura en soledad. Las heridas de 738 días de cautiverio costarán mucho de cicatrizar.

Las distintas maneras de celebrar

“Somos una familia nuevamente”, celebró Lishay Miran-Lavi en un vídeo publicado en redes, donde su retornado marido, Omri, bailaba y sonría junto a sus dos hijas. Para recopilar todo lo que se perdió en estos dos últimos dos años, la madre editó un video con imágenes de sus pequeñas. La menor todavía no había pronunciado la palabra “papá”. 

ISrael
Omri Miran se reúne con sus hijas Roni, de 4 años, y Alma, de 2, y con su esposa Lishay Miran-Lavi, en el Hospital Ichilov
GPO

La familia Horn, de origen argentino, lo celebró prendiendo las brasas y comiendo asado. Eithan Horn, que volvió a abrazarse a sus padres y a su hermanos, pidió expresamente comer chuletones el día de su liberación. Su padre, Itzhik Horn, bromeó tras su retorno a Israel: “le dije lo mismo que a su hermano Yair, que se liberó en la última tregua. ¡Te has pasado con la dieta!”. 

El proceso de volver a una vida normal tomará tiempo. La familia de Alon Ohel explicó cómo el joven se impresionó al sentarse en una mesa, con cubiertos y platos, para almorzar en familia. Durante más de dos años, muchos de los rehenes, que permanecieron la mayor parte del tiempo en túneles sin apenas aire, agua, comida ni higiene, libraron una lucha diaria por su supervivencia. Algunos, realizando ejercicio físico, hasta que se les acabaron las energías. 

La historia de Alon Ohel corrobora la agonía. Permaneció en el mismo túnel casi dos años enteros, hambriento y sin poder ducharse. Todo el tiempo permaneció encadenado, con un ojo gravemente dañado y con metralla por todo el cuerpo. Cuando las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) iniciaron la incursión en la ciudad de Gaza, fue movido a otro túnel, rodeado de islamistas que lo usaron como escudo humano.