Mientras todo está listo para que arranque el cónclave que elegirá al futuro Papa, se conocen más detalles del testamento de Francisco y sus últimos y simbólicos gestos para incidir en su legado. Antes de morir el 21 de abril, Jorge Mario Bergoglio pidió una última voluntad. En un conmovedor acto final de su papado, el difunto Papa Francisco legó un emblemático papamóvil a los niños de Gaza, transformando el vehículo de su ministerio público en una clínica médica móvil. La iniciativa, confiada a Cáritas Jerusalén en los últimos meses del Papa, tiene como objetivo abordar la grave crisis humanitaria que sufre el territorio asediado.
El papamóvil, símbolo de la accesibilidad y la conexión de Francisco con los fieles de todo el mundo, está siendo sometido a una meticulosa transformación. Está siendo reequipado con material médico esencial, como instrumentos de diagnóstico, pruebas rápidas de infección, vacunas y kits de sutura, para proporcionar asistencia sanitaria vital a los niños necesitados.

Sin sanidad en Gaza
“Se trata de una intervención concreta, que salva vidas, en un momento en que el sistema sanitario de Gaza se ha derrumbado casi por completo”, declaró Peter Brune, secretario general de Caritas Suecia, un colaborador clave en el proyecto en un comunicado recogido por el medio especializado Vatican News. El dispensario llegará a los niños de las zonas más remotas y desatendidas, una vez que se restablezca el acceso de la ayuda humanitaria en Gaza.

La iniciativa subraya el inquebrantable compromiso de Francisco con los vulnerables, un tema central de su papado. Su profunda preocupación por los niños de Gaza, especialmente en medio del conflicto actual y su devastador impacto en la infraestructura sanitaria, inspiró este último regalo. El papamóvil reutilizado, por tanto, se convierte en algo más que una simple instalación médica: es un testimonio de su perdurable legado de compasión y solidaridad.
Víctimas de los ataques y del hambre
“Con el vehículo, podremos llegar a niños que hoy no tienen acceso a la atención sanitaria: niños heridos y desnutridos”, subrayó Brune.
Caritas Jerusalén, con su amplia red y experiencia en el difícil entorno de Gaza, está supervisando la ejecución del proyecto sobre el terreno. Anton Asfar, secretario general de Caritas Jerusalén, describió el papamóvil como “un símbolo del amor, el cuidado y la cercanía mostrados por Su Santidad hacia los más vulnerables”.

Que los niños de Gaza no caigan en el olvido
La transformación del papamóvil en una clínica móvil no es simplemente una solución práctica; es un poderoso mensaje. Como señaló conmovedoramente Brune: “No es sólo un vehículo… Es un mensaje de que el mundo no se ha olvidado de los niños de Gaza“.
Sirve como un potente recordatorio de la crisis humanitaria en curso y un llamamiento urgente para que continúe el apoyo mundial. Las imágenes publicadas por Caritas muestran la cuidadosa adaptación del vehículo a su nuevo propósito de salvar vidas. El último regalo del Papa Francisco a la devastada Franja de Gaza.