Reino Unido

El ‘Women’s Institute’ británico dejará de admitir a mujeres trans

La organización centenaria dice actuar “con el máximo pesar y tristeza”, alegando que la nueva interpretación legal del término “mujer” le deja sin alternativas

El histórico Women’s Institute (WI), con más de 110 años de trayectoria y miles de grupos locales en Reino Unido, dejará de aceptar a mujeres trans como socias formales a partir de abril de 2026, en respuesta al reciente fallo del Tribunal Supremo británico sobre la definición legal de “mujer” y “sexo”.

Según reveló The Guardian, la directora ejecutiva de la Federación Nacional de Institutos de Mujeres (NFWI), Melissa Green, explicó que la decisión se ha tomado con “el máximo pesar y tristeza” y que la organización siente que “no tenía otra opción” tras la sentencia. En un comunicado dirigido a sus 5.000 instituciones locales, Green afirmó: “Es con el máximo pesar y tristeza que debemos anunciar que a partir de abril de 2026 ya no podremos ofrecer membresía formal a mujeres transgénero”. Añadió que, durante más de 40 años, la organización había “acogido con orgullo” a mujeres trans, y que este cambio no se produciría “a menos que sintiéramos que no teníamos otra elección”.

De acuerdo con The Guardian, a partir de esa fecha la afiliación quedará restringida a quienes estén registradas como mujeres al nacer. Las nuevas socias, así como quienes renueven su membresía, deberán confirmar que cumplen ese criterio. Green, sin embargo, subrayó que la postura ideológica del WI no ha cambiado, insistiendo en que “seguirá siendo nuestra firme creencia que las mujeres trans son mujeres, y eso no cambia”.

Sexo biológico

La decisión llega tras una sentencia histórica del Tribunal Supremo británico dictada en abril de este año, que estableció que los términos “mujer” y “sexo” en la Equality Act solo se refieren a mujeres biológicas y al sexo biológico. La comisión de igualdad, la Equality and Human Rights Commission (EHRC), ha elaborado un borrador de guía para aplicar este fallo, todavía pendiente de publicación por el Gobierno. Activistas y juristas han advertido de que la interpretación de la sentencia puede tener amplias repercusiones sobre el acceso de las mujeres trans a servicios y espacios reservados a mujeres.

Frente a las críticas, la NFWI sostiene que el cambio se limita al marco legal de la membresía, pero no a la voluntad de seguir vinculada a las mujeres trans. Según explicó Green al diario británico, la organización planea crear, a partir de abril, nuevos “grupos de hermandad” abiertos a todas las personas, donde “reconoceremos a las mujeres trans como mujeres y exploraremos qué significa ser mujer en el siglo XXI“. Para Green, una de las claves es ayudar tanto a la organización como a la sociedad en general “a encontrar una forma de abordar estas discusiones, de tener puntos de vista distintos y de discrepar mejor”.

La decisión también ha sido celebrada por organizaciones que defienden la exclusividad de los espacios de un solo sexo. Según recogió The Times, Helen Joyce, directora de advocacy del grupo Sex Matters, dio la bienvenida al cambio y argumentó que “un grupo creado para mujeres debe poder excluir a todos los hombres, incluso a aquellos que son muy insistentes en que se sienten mujeres“. Joyce sostuvo que existen numerosos grupos mixtos para quienes deseen espacios no segregados por sexo, así como organizaciones específicas para personas trans, y que el sentido de los espacios de un solo sexo se pierde si se abren a personas del sexo opuesto.

“Rabia, tristeza y decepción”

Dentro del propio WI, el impacto es significativo. La organización reconoce tener “una gran población transgénero” entre sus más de 175.000 socias, aunque no maneja cifras exactas de cuántas se verán obligadas a marcharse. Algunas personas trans miembros del Instituto ya han sido informadas directamente por la dirección. Green relató que “han sido muy respetuosas y muy comprensivas con la decisión, pero están profundamente tristes”. Contó el caso de “una mujer de 80 años que ha estado en nuestra organización durante décadas” y que describió su pertenencia al WI como “una de las mayores experiencias de su vida, y el único lugar en sus 80 años donde la han tratado como mujer con respeto”.

Green admitió que, mientras algunas integrantes celebrarán el cambio, también espera “rabia, tristeza y decepción” por parte de otras. La organización ha recibido menos de un centenar de comunicaciones sobre el asunto, muchas procedentes de las mismas personas o de fuera del WI, aunque se han hecho “referencias a desafíos legales”. Para evitar verse arrastrada a debates tóxicos, la directora ejecutiva contó que ha dejado de usar redes sociales.

Pese al giro forzado por el nuevo marco jurídico, la dirigente insistió en que el objetivo es preservar los lazos creados con las mujeres trans. “Mi esperanza es que el mensaje que reciba la comunidad trans no sea de traición, sino de nuestro deseo de mantener esas amistades y ese apoyo”, declaró. Reconoció que “este ha sido un año muy difícil para todo el mundo, particularmente para la comunidad trans”, pero confió en que, cuando se atenúe la indignación inicial, “la comunidad trans sabrá que estamos de su lado”.

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