El conservador Friedrich Merz no ha conseguido ser elegido nuevo canciller de Alemania en la primera votación parlamentaria tras no reunir la mayoría necesaria de 316 votos y faltarle seis para alcanzar la conocida como “mayoría del canciller”. Esto supone un hecho inédito en la historia de la República Federal.
De un total de 630 diputados han votado 621. De ellos, 310 han votado a favor de Merz y 307 en contra. Además, ha habido un voto declarado nulo y tres abstenciones.
El voto era secreto, con lo que existía un pequeño espacio para la duda. Y es que según la cadena de televisión Phoenix, todos los diputados de la coalición negociada (CDU, CSU, SPD) estaban presentes en la Cámara Baja (Bundestag). Es decir que no había ninguno de baja por enfermedad. En conjunto tienen 328 escaños. Ello quiere decir que al menos cinco han votado en contra de Merz.
El golpe para el candidato conservador se ha producido pese a que en la víspera tanto él como el copresidente del SPD, y quien ha sido designado como vicecanciller, Lars Klingbeil, afirmaran que tenían el voto en primera vuelta asegurado.
En la historia reciente del país nunca ningún candidato a canciller había fracasado en su primer intento de ser elegido jefe de Gobierno, y en el caso de Merz supone una gran sorpresa dado que el bloque conservador formado por la Unión Cristianodemócrata (CDU), su hermana bávara Unión Socialcristiana (CSU) y el Partido Socialdemócrata (SPD) contaban con doce votos de margen.
De acuerdo al procedimiento establecido para estos casos, si un candidato no alcanza la mayoría absoluta en la primera vuelta de las elecciones, sigue una segunda fase electoral en el plazo máximo de 14 días. Para ello puede postularse de nuevo Merz, pero también se podría optar por otro candidato.