El lunes 12 de mayo, la familia de Edan Alexander, un soldado israelí-estadounidense capturado durante la matanza del 7 de octubre de 2023, recibió un inesperado alivio. Tras 584 días de cautiverio, el joven fue liberado de los infames túneles de Hamás en Gaza. Según el grupo islamista, el acuerdo se logró tras “importantes conversaciones” directas con EE.UU., lo que supone un cambio de doctrina de Washington, que hasta la fecha rechazaba entablar contactos directos con grupos terroristas.
La operación para la liberación de Alexander, que se anunció antes del tour regional de Donald Trump por Oriente Medio -en una visita donde no pisará Israel-, se gestó tras semanas de intensas negociaciones entre Steve Witkoff, enviado de la Casa Blanca para Oriente Medio, y el régimen de Qatar.
Hamás consideró el acuerdo como una victoria, ya que logró “imponer” sus condiciones a EE UU e Israel, cuyo Ejército pausó momentáneamente la ofensiva en Gaza para garantizar un traspaso seguro de Alexander a territorio israelí.
Ilusión y esperanza en la “Plaza de los rehenes
“¡Edan, Edan, Edan!”, exclamaban familiares y amigos del rehén liberado, que siguieron en directo por televisión la liberación del joven. En la “Plaza de los Rehenes” de Tel Aviv, las masas volvieron a concentrarse para seguir la emisión, pero urgieron al gobierno de Benjamin Netanyahu que no pare hasta asegurar la liberación de los 58 rehenes que siguen en manos de Hamás. Los familiares de los cautivos acusan al premier israelí de eternizar la guerra en Gaza por fines políticos, dado que el enclave costero está prácticamente arrasado y el grupo islamista está muy debilitado militarmente.

Desde Tenafly (Nueva Jersey), la localidad natal de Edan Alexander, cientos de personas se agruparon y ondearon banderas de Israel y EE UU para celebrar su vuelta a casa. Hamás, que en esta ocasión evitó montar un circo mediático para entregar al rehén a la Cruz Roja, se limitó a publicar una foto del joven, que posó con el habitual “certificado de liberación” junto a islamistas armados y encapuchados.
En Israel la euforia fue instantánea y contenida, ya que los familiares de los 58 rehenes -35 al menos están muertos- insisten en que “su tiempo se agota”. La Franja de Gaza lleva más de dos meses bajo bloqueo total en la entrada de ayuda humanitaria, por lo que es probable que el hambre y la falta de suministros médicos también esté afectando la delicada salud de los cautivos, que en su mayoría permanecen en condiciones infrahumanas en los túneles de Hamás.
“Regresa a casa”
Como en intercambios de rehenes previos, fueron las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) quienes confirmaron que Alexander traspasó la frontera. “El rehén que regresa a Israel es acompañado por fuerzas especiales de las FDI en su regreso a territorio israelí, donde se someterá a una evaluación médica inicial y se reunirá con su familia. Los comandantes y soldados de las FDI saludan y abrazan al rehén que regresa a su hogar”, comunicó la portavocía de las FDI, que también pidió “respetar la privacidad del rehén y su familia”.
Donald Trump, a quien el Foro de Familiares de rehenes exigió seguir presionando a Israel y Hamás para retomar la tregua en Gaza y asegurar la vuelta de los 58 cautivos, celebró en Truth Social que “Edan Alexander, el último rehén americano en vida, ha sido liberado. ¡Felicidades a sus magníficos padres, familiares y amigos!”.
Edan Alexander fue traspasado a la Cruz Roja en la zona de Jan Yunis, al sur de la franja. Tras la entrega, el grupo islamista mostró su voluntad a retomar las negociaciones para cerrar un acuerdo de tregua permanente, que suponga una nueva retirada militar israelí de Gaza, levantar el bloqueo, y el intercambio de los 58 rehenes por miles prisioneros palestinos encarcelados en Israel. Además, Hamás exige pactar el proceso de reconstrucción del devastado territorio.
Hasta la “victoria total”
No obstante, Netanyahu insiste en no parar hasta lograr la “victoria total”, y desde su coalición insisten en que es inviable aceptar una futura gobernabilidad de Gaza en manos del grupo islamista, que perpetró la peor masacre de la historia del estado judío, con el asesinato de 1.200 personas y el secuestro de 251 en un solo día.
Se estima que la ofensiva bélica israelí ya ha matado a más de 61.700 gazatíes, y los civiles agonizan diariamente bajo el hambre y las bombas de los cazas de las FDI. La semana pasada, Netanyahu ordenó un plan para “ocupar permanentemente” Gaza y desplazar a cientos de miles de civiles al sur de la franja.
Steve Witkoff estuvo presente en Israel durante la liberación de Alexander, y la incógnita ahora será si la Administración Trump logrará ejercer una presión efectiva sobre Netanyahu para desencallar un conflicto que ha cambiado la historia reciente de Oriente Próximo.