Irán ha vuelto a ocupar el centro del tablero geopolítico tras el anuncio oficial de la reanudación de su programa nuclear. Apenas unos días después del inicio de los bombardeos israelíes sobre instalaciones estratégicas en territorio iraní, la Agencia para la Energía Atómica del país persa ha confirmado que retomará el enriquecimiento de uranio de forma inmediata y sin limitaciones. La noticia ha hecho saltar las alarmas en las principales capitales del mundo y ha tensado aún más la frágil estabilidad de Oriente Medio.
En palabras de la agencia oficial iraní, “el programa nuclear de Irán se reanudará sin interrupción y estamos listos para reiniciar el enriquecimiento: nuestro programa no se detendrá”. Esta declaración, recogida por los medios estatales, marca un punto de inflexión en un conflicto latente que amenaza con reabrir viejas heridas en la comunidad internacional.
El alto el fuego, una tregua frágil entre Irán e Israel
El anuncio de Irán llega en un contexto de aparente alto el fuego con Israel, alcanzado en la madrugada del martes. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, fue el primero en anunciar el acuerdo entre Tel Aviv y Teherán, el cual fue posteriormente confirmado por ambos gobiernos. Sin embargo, la tregua se ha visto empañada por acusaciones cruzadas de nuevos lanzamientos de misiles entre las dos potencias regionales, lo que pone en duda su efectividad real.
Desde el pasado 13 de junio, Irán e Israel han protagonizado una escalada bélica sin precedentes en los últimos años. La ofensiva israelí contra instalaciones militares y nucleares iraníes desató una respuesta inmediata de Teherán, que intensificó sus ataques tanto contra objetivos israelíes como estadounidenses en la región. El momento más crítico se produjo con el bombardeo por parte de Estados Unidos de tres instalaciones nucleares iraníes. Esto provocó una represalia directa contra la base militar de Al Udeid en Catar.

El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) ha vuelto a lanzar un llamamiento al diálogo. Su director general, Rafael Grossi, expresó ayer su deseo de retomar la cooperación con Irán. En un mensaje difundido en la red social X, Grossi aseguró haber enviado una carta al ministro de Exteriores iraní, Abás Araqchí, con la propuesta de mantener una reunión lo antes posible. Según el diplomático argentino, ese paso “puede conducir a una solución diplomática de la prolongada controversia sobre el programa nuclear”.
La cooperación con el OIEA ha sido históricamente uno de los principales puntos de fricción en la relación entre Irán y la comunidad internacional. A pesar de que los inspectores del organismo han estado presentes durante más de dos décadas supervisando el programa nuclear iraní, la falta de transparencia y la negativa de Teherán a facilitar el acceso completo a sus instalaciones han impedido verificar de manera concluyente que su programa tenga fines exclusivamente pacíficos.
Israel advierte: “No permitiremos un Irán nuclear”
Por su parte, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, no ha tardado en responder al anuncio iraní. En su primera comparecencia pública tras la entrada en vigor del alto el fuego, el dirigente hebreo advirtió que su país mantendrá una política de “firmeza absoluta” frente a cualquier intento de reactivar el programa nuclear por parte de Irán.

“Hemos relegado al olvido el proyecto nuclear iraní y, si alguien intenta reactivarlo, actuaremos con la misma determinación y fuerza para frustrar cualquier intento de este tipo. Irán no tendrá armas nucleares”, afirmó Netanyahu. Estas declaraciones suponen una reafirmación de la línea dura israelí. Y auguran posibles nuevas operaciones militares si se detecta una progresión en el enriquecimiento de uranio iraní.