¿Atentado racista?

La boda de Kareen Elia que el asesino de Suecia frustró

Mientras la Policía no identifica ni al tirador ni a sus diez víctimas, la prometida de Salim Iskef, de 29 años, recuerda sus últimas palabras, pidiéndole que cuidara de su madre y de ella misma. La prensa sueca apunta a que el asesino eligió a sus víctimas por ser extranjeras

Suecia
Homenaje en la iglesia de Santa María de Órebro que ha perdido a dos miembros de su comunidad en el peor tiroteo de la historia de Suecia Efe

Una vez pasadas las primeras horas tras el peor tiroteo de la historia de Suecia, en Örebro, los ciudadanos suecos exigen respuestas. La Prensa del país nórdico asegura que Rickard Andersson, de 35 años, no sólo había sido alumno de la escuela para adultos en la que perpetró su matanza, sino que escogió a sus víctimas por el color de su piel.

Un atentado racista que la Policía sueca aún no ha confirmado. De hecho, aún no ha dado ni la motivación, ni la identificación del sospechoso del tiroteo, ni los nombres de sus diez víctimas. Pero tanto los vecinos de la ciudad marcada por la tragedia como las embajadas de Siria y Bosnia en Estocolmo ya han informado de que sus ciudadanos están entre los fallecidos. Este viernes, las autoridades suecas informaron de que los asesinados eran siete mujeres y tres hombres, todos del condado de Örebro.

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Flores y velas dejadas en memoria de las víctimas del tiroteo del martes en una escuela para adultos en Örebro

Golpe a la comunidad ortodoxa de Suecia

En la iglesia cristiana ortodoxa de Örebro, el golpe ha sido muy duro. El padre Jacob Kasselia, de la iglesia de Santa María, ha reconocido que han muerto dos de sus feligreses. Salim Iskef, un sirio ortodoxo de 28 años, y Elsa, una madre de cuatro hijos procedente de Eritrea.

“La Policía dice que este hombre actuó solo”, aseguró el sacerdote a The Guardian. “Pero este odio viene de alguna parte”.

La boda que frustró el tirador

La muerte de Salim Iskef ha sobrecogido a su prometida, Kareen Elia, de 24. Ambos iban a casarse este verano. El joven sirio, que huyó de Alepo en 2015, pudo despedirse de Elia. La llamó por videollamada para informarle de que le habían disparado. 

Elia contó -entre lágrimas- a la cadena local SVT, cómo fue su última conversación. “Me llamó y me dijo: ‘Me han disparado, nos han disparado’“. Visiblemente afectada, la joven, también de origen sirio y miembro de la comunidad ortodoxa de Örebro, aunque menos practicante que su prometido, ha revivido desde el martes las últimas palabras de Iskef, que estudiaba auxiliar de enfermería en el centro en escogido por Andersson para perpetrar su venganza.

La última llamada

“Me dijo que me quería mucho”, recordó Elia. Él estaba tumbado en el suelo, tenía la mano ensangrentada y había alguien inmóvil a su lado, ella no entendía qué estaba pasando, estaba en estado de “shock”. Iskef pudo pronunciar su última voluntad: “Cuida de mi madre y de ti misma”, aseveró Elia rota de dolor a la cadena sueca. “Yo le pregunté dónde le habían disparado. Colgó. Llamé una y otra vez, pero ya no contestó“.

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El personal de emergencias acude al centro educativo para adultos tras el tiroteo en Örebro, Suecia

“No tengo palabras. No puedo describir los sentimientos. Se suponía que íbamos a casarnos el 25 de julio“, aseguró la joven. Ya tenían reservado el lugar del convite y Elia ya se había probado su vestido de novia.

Iskef “era muy buena persona y humilde. Estaba labrando su futuro, cuidaba de su familia. Tenía grandes planes con su prometida y trataba de mejorar para sí mismo y para su hermana y madre. Pero todos estos sueños y estos planes acabaron con esta triste tragedia”, aseguró el padre Kasselia a la agencia EFE desde su iglesia en Örebro. Tras el asesinato de su padre en Alepo, los tres, miembros de la perseguida comunidad cristiana de Siria, partieron a Suecia donde pidieron asilo para comenzar una vida nueva. Supuestamente segura, apartada del extremismo y la violencia.

Sin certificado de defunción

La joven critica que aún no sabe qué le pasó oficialmente. Todavía no ha recibido una notificación oficial de defunción por parte de las autoridades suecas. Mientras llega, ella fantasea con la idea de que todavía pueda volver a casa. “No podemos dormir, estamos junto a la ventana, esperando a que vuelva a casa. Nadie quiere creer que esté muerto”. Eso sí, indica Elia, “si no está vivo, sólo queremos ver su cuerpo”.

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Flores en el parabrisas de un vehículo policial tras el tiroteo en la Escuela Risbergska en Orebro, Suecia

Tanto ella como la opinión sueca están siendo muy críticos con las fuerzas del orden pues tardaron 186 minutos en controlar la situación, y como apuntan varios medios, sólo porque Andersson optó por suicidarse.

Un “infierno” para la Policía de Suecia

La Policía se defendió este jueves. Lars Wiren, jefe de Policía de Örebro, admitió que llegaron apenas cinco minutos después de que se avisara del tiroteo en la escuela para adultos a las afueras de la ciudad. Llegaron a las 12:33 del martes. Los agentes “cuentan lo que se puede describir como un infierno con muertos, heridos, gritos y humo”.

Un homenaje improvisado después de un tiroteo en la escuela Risbergska en Orebro

El sospechoso tenía licencia de armas. En el momento del ataque portaba tres rifles. “Hay ciertos tipos de armas que son tan peligrosas que sólo en casos excepcionales deberían poseerse para fines civiles”, informó el Ministerio de Justicia de Suecia, que mencionó expresamente los fusiles semiautomáticos AR-15. El Gobierno sueco avanzó este viernes que tratará de endurecer las leyes sobre armas tras el brutal tiroteo del martes.

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