Caso Epstein

La fiscal Bondi, en el ojo del huracán de la tormenta Epstein

Trump dice ahora que se debería publicar la información "creíble" del caso Epstein, aunque critica que sus "antiguos seguidores han caído en esta 'tontería' por completo

En los círculos del movimiento Make America Great Again (MAGA), donde la lealtad a Donald Trump suele ser incuestionable, una reciente disputa interna ha puesto a prueba los límites de esa fidelidad. En el centro del torbellino se encuentra Pam Bondi, la fiscal general de EE UU y una de las aliadas más cercanas del presidente republicano. La controversia estalló tras la decepcionante resolución del caso Jeffrey Epstein por parte del Departamento de Justicia (DOJ), desatando una ola de furia entre figuras clave del movimiento conservador y provocando una disputa abierta entre Bondi y el subdirector del FBI, Dan Bongino, otro prominente rostro del trumpismo.

La tensión escaló al punto de que el propio Trump intervino en su red Truth Social el sábado por la tarde con una publicación extensa donde expresó su apoyo incondicional a Bondi y pidió a sus seguidores poner fin a los ataques en su contra. “¿Qué está pasando con mis ‘chicos’ y, en algunos casos, ‘chicas’?”, escribió Trump. “Todos están atacando a la fiscal general Pam Bondi, ¡quien está haciendo un TRABAJO FANTÁSTICO! Estamos en un solo equipo, MAGA, y no me gusta lo que está ocurriendo”.

Esta defensa pública de Bondi llegó apenas días después de una tensa confrontación en la Casa Blanca entre ella y Bongino. Según informes de NBC News y The New York Times, el altercado fue provocado por el descontento de Bongino ante la decisión del DOJ de cerrar el caso Epstein sin publicar una supuesta “lista de clientes”, algo que los conspiracionistas en MAGA han esperado durante años como evidencia definitiva de una red global de corrupción. Bondi había sugerido en febrero que el listado estaba “sobre su escritorio”, aunque luego aclaró que se refería al expediente completo del caso.

La frustración en las bases de MAGA fue inmediata y feroz. El DOJ afirmó que no existía tal lista, que Epstein efectivamente murió por suicidio y que no se liberarían más documentos. Para un movimiento que ha construido parte de su narrativa sobre teorías de conspiración —donde el “Estado profundo” y las élites corruptas son enemigos omnipresentes—, esta conclusión fue vista como una traición, especialmente cuando muchos habían sido animados desde dentro del propio entorno de Trump a creer que la verdad estaba a punto de salir a la luz.

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La fiscal general Pam Bondi observa mientras el presidente de Estados Unidos, Donald Trump
Efe

Dan Bongino, quien antes de integrarse a la Administración era un locutor de radio y promotor de teorías conspirativas, habría abandonado su puesto temporalmente tras el enfrentamiento. Algunos allegados reportaron que estaba considerando su renuncia. Mientras tanto, figuras como Laura Loomer, también aliada de Trump, aumentaron la presión sobre Bondi, alimentando aún más la división interna.

Sin embargo, el presidente Trump ha vuelto a dar un volantazo en este tema. “No entiendo por qué el caso de Epstein sería interesante para nadie. Es sórdido pero aburrido. Creo que solo la gente muy mala, incluyendo las noticias falsas, desearía que esto continuara. Pero dejen (que la gente) reciba la información creíble (del magnate)”, expresó el mandatario a la prensa antes de tomar el avión para regresar a la Casa Blanca.

Horas después, en sus redes sociales, aseveró: “La nueva estafa (de los demócratas) se llama ahora ‘el Engaño de Jeffrey Epstein’ y mis antiguos seguidores han caído en esta ‘tontería’ por completo. No han aprendido la lección”, escribió el mandatario republicano en su red Truth Social.

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La fiscal general de Estados Unidos, Pam Bondi
Efe

Trump insistió en que a pesar de que ha “tenido más éxito en seis meses que quizá cualquier presidente en la historia de EE UU”, de lo único que se habla es del “bulo” de Epstein.

“Dejen que estos débiles sigan adelante y hagan el trabajo de los demócratas. Ni se les ocurra hablar de nuestro éxito increíble y sin precedentes, ¡porque ya no quiero su apoyo!”, zanjó.

¿Quién es Pam Bondi?

Pam Bondi no es una recién llegada al universo político de Trump. Su relación con el presidente se remonta al año 2016, cuando, en plena campaña presidencial, lo respaldó públicamente en un mitin en Florida, eligiéndolo por encima del entonces senador local Marco Rubio. A partir de ahí, su rol en la política nacional se consolidó. Fue una frecuente defensora de Trump en Fox News, oradora destacada en la Convención Nacional Republicana de 2016 y miembro clave del equipo de transición presidencial tras la sorpresiva victoria de Trump.

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La fiscal general de Estados Unidos, Pam Bondi
KiloyCuarto

En 2010, Bondi se convirtió en la primera mujer fiscal general del estado de Florida. Su carrera legal la había llevado a trabajar durante casi dos décadas como fiscal en el condado de Hillsborough, pero era poco conocida fuera del ámbito legal hasta que recibió el respaldo de figuras conservadoras nacionales como Sarah Palin.

Durante su mandato como fiscal general, se centró en temas como el tráfico humano y promovió reformas legislativas para endurecer las penas contra traficantes. En años anteriores, estuvo trabajando para Ballard Partners, una poderosa firma de lobby vinculada a Susie Wiles, actual jefa de gabinete en la Casa Blanca de Trump. Además, dirigió el America First Policy Institute, un think tank diseñado para preparar el terreno ideológico de un eventual segundo mandato de Trump.

A pesar de tener una sólida trayectoria dentro del trumpismo, su fidelidad no es suficiente para blindarla del descontento de las bases.

MAGA contra sí mismo: la advertencia del New York Times

David French, columnista de opinión del New York Times, analizó esta crisis no como un incidente aislado, sino como una señal alarmante de lo que podría suceder con el movimiento MAGA en la era post-Trump. “Este momento es significativo porque nos permite ver el futuro del movimiento MAGA y su posible desintegración”, escribió French. Según él, el MAGAismo se ha construido sobre una serie de creencias fantásticas acerca de Estados Unidos y su gobierno, lo que ha creado un ecosistema basado en la crisis permanente, la desinformación y la paranoia.

French advierte que, en ausencia de Trump, no habrá una figura capaz de disciplinar al movimiento y resolver los conflictos internos. “En la América roja, puedes creer cualquier cosa siempre que apoyes a Trump. Quita a ese hombre, y solo quedan los agravios. Y muchos de esos agravios serán contra otros republicanos”, concluye.

Esto plantea un dilema estratégico para el movimiento: ¿puede MAGA sobrevivir sin Trump como figura unificadora? Si el enfrentamiento entre Bondi y Bongino es un anticipo, la respuesta podría ser negativa. En medio de esta tormenta mediática, Trump optó por una conversación en FOX News con su nuera Lara Trump.

El entrevistador Joe DePaolo de Mediaite criticó la decisión, acusando a Trump de buscar una “zona segura” mientras ignoraba la creciente crisis que se desataba dentro de su base. Durante los 40 minutos de entrevista, no se mencionó el caso Epstein. En cambio, Trump fue libre de desviar las preguntas, atacar a demócratas, medios y hasta mencionar a Elon Musk. Este silencio, acompañado de una declaración oficial desde la Casa Blanca que intentaba restar importancia a los roces entre Bondi y Bongino, no logró sofocar la indignación. La falta de nuevas revelaciones, combinada con meses de expectativas avivadas desde el propio aparato trumpista, sólo ha fortalecido la narrativa de un encubrimiento que apunta directamente a Bondi.

El caso Epstein, lejos de ser enterrado como desearía Trump, ha reabierto viejas heridas dentro de la coalición MAGA. A la falta de la “bomba informativa” prometida, se suma la negación de una lista de clientes lo que ha generado una percepción de traición a la base electoral alimentada por años de promesas y conspiraciones. El enfrentamiento entre Bondi y Bongino es más que una simple diferencia de criterios: es el reflejo de una fractura estructural en un movimiento que depende de la figura de Trump para mantener la cohesión.

El mensaje de Trump, aunque enfático en su respaldo a Bondi, no disipa la desconfianza creada y si, como advierte David French, la era post-Trump viene marcada por conflictos internos y luchas de poder dentro del mismo MAGA, el caso Epstein podría ser solo el inicio de una larga serie de batallas internas que amenaza con devorar incluso a los más leales.