La tragedia del naufragio de Indonesia pudo ser una grave negligencia

El naufragio de Indonesia frente a Labuan Bajo deja víctimas españolas y serias dudas sobre la seguridad de las excursiones turísticas

Recuperación del cadáver de Lía en Indonesia - Internacional
Momento en que los servicios de emergencia de Indonesia trasladan un cadáver recuperado en la zona.
EFE/EPA/BASARNAS

El naufragio de Indonesia ocurrido frente a la costa de Labuan Bajo ha abierto un debate incómodo sobre la seguridad de las excursiones marítimas en una de las zonas turísticas más visitadas del país. En plena temporada alta, con miles de viajeros llegados por las vacaciones navideñas, el siniestro de la embarcación Putri Sakinah ha dejado una estela de dolor y preguntas sin respuesta. Especialmente tras confirmarse la muerte de una menor y la desaparición de otros tres españoles, dos de ellos niños.

La zona marítima que conecta la ciudad de Labuan Bajo con el Parque Nacional de Komodo es conocida por el empeoramiento de las condiciones del mar en estas fechas. Sin embargo, el naufragio de Indonesia vuelve a poner el foco en una práctica habitual: mantener las salidas pese a avisos de mala mar ante la presión económica del turismo.

El contexto del naufragio de Indonesia en plena temporada alta

El naufragio de Indonesia se produjo en una noche ya cerrada, cuando la embarcación quedó varada y sin respuesta del motor. Las olas terminaron partiéndola en dos y engulléndola, en lo que se ha convertido en una de las tragedias más duras de los últimos años en la región. El mar devolvió días después el cuerpo sin vida de una de las menores, hallado a una milla náutica del punto donde se sospecha que el barco se hundió.

Labuan Bajo es el epicentro de clubes de buceo y excursiones hacia islas como Komodo o Pink Beach, uno de los grandes reclamos del país. En este escenario, el naufragio revela una tensión constante entre seguridad y negocio, con operaciones que mueven cientos de dólares por salida y generan empleo para buena parte de la población local.

La tragedia del naufragio de Indonesia pudo ser una grave negligencia
Equipos de rescate de Indonesia buscan a los desaparecidos.
EFE/SERVICIO DE EMERGENCIA DE INDONESIA (SAR)

La gran incógnita del naufragio de Indonesia es si pudo evitarse. Sin una investigación policial iniciada, todavía no se sabe si los armadores se confiaron en exceso, si las condiciones meteorológicas ya advertían del peligro o si la embarcación contaba con todos los permisos y revisiones en regla.

Fuentes locales admiten a ABC que en ocasiones se organizan excursiones que no deberían salir al mar. La necesidad económica y la confianza generada por viajes previos sin incidentes suelen inclinar la balanza. Tras el accidente, las autoridades portuarias cancelaron cualquier incursión marítima hasta el 2 de enero. Una decisión que refuerza la sospecha de que el naufragio pudo estar precedido por una permisividad excesiva. Y que esa permisividad ha costado vidas.

Investigación, rescates y el peso del turismo

El hallazgo del primer cuerpo ha devuelto a los investigadores al punto de partida. El naufragio de Indonesia exige depurar responsabilidades mientras continúan las labores de búsqueda de los tres desaparecidos restantes. Según la normativa local, los rescates podrían detenerse al sexto día. Un límite que ha llevado a la familia y a la Embajada de España en Yakarta a solicitar que se prolonguen los trabajos.

No es la primera vez que Indonesia queda bajo escrutinio por la gestión de sucesos graves relacionados con el turismo. Casos recientes han evidenciado un conflicto de intereses cuando los responsables pueden formar parte del propio entramado local. Una circunstancia que vuelve a sobrevolar el naufragio de Indonesia.

La tragedia del naufragio de Indonesia pudo ser una grave negligencia
Fotografía de las tareas de búsqueda de los equipos de rescate de Indonesia.
EFE/ Equipo de Búsqueda y Rescate de Indonesia

Mientras el tiempo juega en contra de los desaparecidos, la familia mantiene la esperanza de recuperar a todos, incluso si es sin vida. En un comunicado, pidieron respeto y confirmaron su intención de no regresar a España sin los cuatro. El naufragio no solo deja una tragedia humana, sino una herida abierta en un modelo turístico que crece más rápido que sus garantías de seguridad.

La investigación que aún debe arrancar será clave para esclarecer si esta tragedia fue el resultado de una concatenación de errores evitables. Porque, más allá del mar embravecido, el naufragio de Indonesia podría convertirse en el símbolo de una negligencia que ya no admite más silencios.