Delegaciones de oficiales de Rusia y Ucrania se vieron las caras este lunes en Estambul, en una nueva ronda de conversaciones directas que no contribuyeron a desencallar el conflicto. El encuentro llegó un día después del histórico ataque ucraniano con drones sobre territorio ruso, que demostró la resiliencia y capacidad de adaptación del ejército ucraniano para resistir a un enemigo militarmente superior.
“Los ataques con aviones no tripulados de Ucrania a aeródromos en el interior de Rusia el domingo fueron un golpe estratégico y simbólico que fue diseñado para frenar la implacable campaña de bombardeos de Moscú y demostrar que Kiev todavía puede aumentar el coste de la guerra para el Kremlin”, consideró Marc Santora en el New York Times.
Segundo cara a cara en Estambul
Rusia y Ucrania intentaron negociar sus condiciones para un acuerdo de paz -o al menos de tregua temporal-, en lo que supone el segundo cara a cara entre oficiales de ambos países en guerra. Antes del encuentro, el viceministro de exteriores ucraniano, Serhii Kyslytsia, ya avanzó que “no podremos responder rápidamente a las propuestas rusas”.

Las conversaciones, que duraron menos de una hora y media, no llegaron a buen puerto. Rusia rechazó todas las propuestas para un alto al fuego incondicional, alegando que darían tiempo a Ucrania para rearmarse en un momento en que las tropas rusas están logrando avances significativos en el frente de guerra.
Nueva ronda a finales de mes
En respuesta, Ucrania sugirió convocar una nueva ronda de negociaciones a finales de junio. Vladimir Medinsky, el jefe del equipo negociador ruso, propuso tan solo una “tregua específica de dos o tres días en ciertas áreas del frente, para que los comandantes puedan retirar los cuerpos de los soldados”.

Desde Kiev, un portavoz del ministerio de exteriores recordó tras el ataque con drones del domingo en territorio ruso que “Rusia es el agresor y Ucrania se defiende. Nosotros solo golpeamos objetivos militares legítimos en territorio ruso, algo que permite la ley internacional”.
Otro intercambio de prisioneros
Durante la reunión en Estambul, las partes acordaron un nuevo intercambio de prisioneros, que se centrará en los soldados más jóvenes y heridos. El mes pasado, Rusia y Ucrania realizaron un intercambio de “1.000 por 1.000” reclutas, materializado durante tres días. El canje se cerró en la anterior ronda de negociaciones en Turquía.
Para el presidente ucraniano Volodimir Zelenski, las condiciones de Rusia son inasumibles. Entre otras demandas, el Kremlin exige garantías de que Kiev no se unirá a la OTAN, la desmilitarización del país, o evitar que tropas extranjeras se desplieguen en sus fronteras. “Sin presión, Putin seguirá jugando juegos con todos los que deseamos que esta guerra termine”, afirmó Zelenski durante una cumbre Lituania.
Según informó después la prensa rusa, Moscú exigió a Ucrania el reconocimiento de la anexión rusa de la península de Crimea y de otras cuatro de sus regiones, la renuncia a la OTAN, así como limitaciones a su Ejército.
“El agresor, sin recompensa”
“La clave para una paz duradera es clara: el agresor no debe recibir ninguna recompensa por la guerra. Putin no debe obtener nada que justifique su agresión. Cualquier recompensa solo le demostraría que la guerra vale la pena”, prosiguió el presidente ucraniano. Además, recordó que las sanciones sobre Rusia son “necesarias”, para así “limitar seriamente” sus ingresos por la venta de petróleo.
I met in Vilnius with President of Lithuania @GitanasNauseda.
I informed him about the second round of negotiations that took place today in Istanbul. As long as there are no meaningful signals from Russia about ending the war, it is crucial to strengthen our defense and… pic.twitter.com/I17xvl1Puy
— Volodymyr Zelenskyy / Володимир Зеленський (@ZelenskyyUa) June 2, 2025
El único acuerdo relevante sellado en Estambul fue el compromiso ucraniano de devolver a 6.000 cuerpos de soldados rusos muertos en combate. A cambio, Kiev pide la devolución de niños ucranianos abducidos a territorio ruso durante la guerra. “Es una cuestión fundamental para nosotros. Si Rusia está comprometida con el proceso de paz, el retorno de al menos la mitad de menores de esta lista será positivo”, consideró el ministro de Defensa Rustem Umerov.
El anfitrión, el presidente turco Recep Tayyip Erdogan, se mostró convencido en que acabará trayendo a su país a los presidentes enfrentados. “Mi deseo es traer a Putin y Zelenski junto a Estambul o Ankara, e invitar al encuentro a Trump”, afirmó. Pero desde la cumbre del B9 en Vilna (Lituania), países centroeuropeos y del báltico mostraron su compromiso con el ingreso de Ucrania a la OTAN, algo que parece incompatible con un futuro encuentro entre Putin y Zelenski.
La presión de Trump
Ambos países negocian bajo la presión de la administración Trump, que alabó y criticó a Putin y Zelenski desde que volvió a la Casa Blanca. No obstante, ni Kiev ni Moscú parecen dispuestos a rebajar sus demandas maximalistas, mientras sobre el terreno la guerra continúa cobrándose vidas de soldados y civiles. Por ello, Trump les acusa de intransigentes. Recientemente, el presidente estadounidense consideró que Putin “se ha vuelto completamente loco”.

En el ataque sorpresa de este domingo, Ucrania anunció la destrucción de bombardeos rusos valorados en miles de millones de dólares. Sus drones llegaron incluso a Siberia, en el ataque de mayor alcance geográfico desde el estallido de la guerra hace más de tres años. Los servicios de seguridad ucranianos afirmaron que se golpearon 41 aviones rusos utilizados para bombardear Ucrania. Por su parte, Rusia abrió un nuevo frente en la región de Sumy, y golpeó grandes ciudades ucranianas con disparos masivos de misiles y drones.
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