La corte constitucional de Tailandia suspendió a la primera ministra del país, Paetongtarn Shinawatra, tras revelarse que la líder del país mantuvo conversaciones telefónicas sensibles con el líder de facto de Camboya, Hu Sen. La justicia tailandesa está preparando una causa formal, que podría derivar en la suspensión permanente de la primera ministra.
Senadores del país asiático acusan a Paetongtarn de “violaciones éticas” en sus correspondencias con el líder camboyano, donde dirimieron asuntos relacionados a las disputas fronterizas que mantienen ambos países. Hun Sen reveló las grabaciones para intentar beneficiarse en la negociación.

Con el movimiento judicial, Paetongtarn y Tailandia afrontan una nueva crisis política. La primera ministra afronta crecientes presiones que le exigen su dimisión. El sábado pasado, miles de tailandeses clamaron desde las calles de Bangkok exigiendo su renuncia, y su coalición de gobierno podría afrontar pronto una moción de censura que difícilmente superaría.
Tailandia, una crisis política tras otra
En las últimas décadas, el país asiático ha estado sumido en múltiples crisis políticas que amenazaron la estabilidad del país. En tiempos de recesión económica, la segunda potencia de Asia afronta ahora un vacío en su liderazgo, y crece el runrún sobre una posible intervención del Ejército, que en anteriores crisis ya tuvo un rol decisivo. El temor ahora es que se produzca un nuevo golpe de estado militar en Tailandia.
No obstante, analistas tailandeses pronostican a que la Armada optará por usar tácticas legales para desplazar a Paetongtarn del cargo, en lugar de usar las armas. Hace tan solo un año que Srettha Thavisin, predecesor de la actual líder, fue suspendido del cargo por la justicia por “violaciones éticas” de conducta.
La polémica llamada
La polémica actual gira entorno a una charla telefónica del pasado 15 de junio, en que Paetongtarn y Hu Sen discutieron tensiones fronterizas -mediante traductores-, que derivaron en conflictos puntuales en las últimas décadas. En una reciente escaramuza en mayo, un soldado de Camboya resultó muerto, lo que elevó nuevamente la tensión entre los dos países.
En la grabación publicada, Paetongtarn habla en tono amistoso a su homólogo, al que promete “arreglar” lo que él considere necesario. Además, la primera ministra tailandesa habló en tono despectivo de su propio Ejército. Tras publicarse la grabación, congresistas -tanto de su coalición como de la oposición- le exigieron su renuncia. De hecho, el Gobierno de la líder ya estaba debilitado tras la salida del partido Bhumjaithai, que abandonó la coalición el mes pasado.

La causa judicial contra la primera ministra fue presentada por 36 senadores, que alegan que la conducta mostrada en la conversación telefónica con Hu Sen quebró las normas constitucionales del país y violó sus estándares éticos. Desde que asumió el poder, Paetongtarn ha sido concebida por sus detractores como una marioneta de su padre, Thaskin Shinawatra, ex primer ministro que sigue teniendo mucha influencia política en la sombra.
Thaskin también lidia con problemas legales. La semana pasada, afrontó una causa criminal por insultos a la monarquía, en una causa que le podría costar 15 años de prisión. Paetongtarn, de 38 años, fue la segunda mujer en convertirse en primera ministra del país y la más joven de la historia.
Hay quienes cuestionan el gran poder Tribunal Constitucional para desmantelar gobiernos. Para los críticos de este sistema, el tribunal puede utilizarse como arma para atacar a la oposición política. La corte ya ha disuelto 34 partidos desde 2006, incluido el reformista Movimiento Avanzado, que obtuvo la mayor cantidad de escaños y votos en las elecciones de 2023, pero al que se le impidió formar gobierno.