La tregua en Gaza pende de un hilo. Durante el domingo, los ecos de guerra volvieron a resonaron en la franja, tras una oleada de bombardeos de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) en respuesta a un ataque de Hamás, que mató a dos soldados hebreos. Los intensos ataques sobre la zona de Jan Yunis fueron acompañados de un parón temporal a la entrada de ayuda humanitaria. Al concluir la misión, las FDI afirmaron que “se retomó la aplicación del alto al fuego”. En total, 44 palestinos murieron por los bombardeos.
Ante las evidentes incógnitas sobre la aplicación completa de los acuerdos firmados entre Israel y Hamás con mediación árabe y estadounidense, el presidente de EE UU, Donald Trump, enviará al vicepresidente JD Vance a la región este martes para asegurar la implementación del plan. Por ahora, Hamás no da señales de querer ceder las armas y el poder en Gaza, no se vislumbra la entrada de tropas internacionales, ni está claro como se organizará un gobierno de transición con tecnócratas palestinos para administrar la vida civil del derruido enclave costero.
Implementación total de la primera fase
Según informó el Canal 12 israelí, Vance discutirá con sus homólogos israelíes la implementación total de la primera fase de la tregua. El lunes, Hamás informó que entregará otro cadáver de un rehén israelí encontrado bajo las ruinas. El grupo islamista incumplió la promesa de devolver a los 20 rehenes vivos y 28 muertos en las primeras 72 horas de cese de las hostilidades. Inicialmente, Steve Witkoff, el enviado especial para la región y Jared Kushner, yerno del presidente Trump, tenían previsto llegar a Jerusalén. Es la segunda vez que viajan en apenas una semana.

Los incidentes del domingo y la suspensión temporal a la entrada de ayuda a Gaza fueron el mayor obstáculo desde la entrada en vigor del plan de paz, implementado por las intensas presiones aplicadas por la administración Trump y países árabes y musulmanes. Pese al logro diplomático de Washington, que logró detener la guerra y liberar a los rehenes vivos, en la firma de Sharm el Sheij no estuvieron las partes enfrentadas en el conflicto.
Según la versión de las FDI, militantes de Hamás cruzaron la “línea amarilla” -primer límite de retirada israelí-, y dispararon misiles antitanque sobre las tropas hebreas en Rafah. En otro video compartido por las FDI, milicianos de Hamás aparecen armados cruzando la línea de retirada en Beit Janun, al norte de la franja. Instantes después, son eliminados desde el aire.
Hasta la fecha, Hamás ha devuelto los cuerpos sin vida de 12 rehenes israelíes. La entrega más reciente tuvo lugar entre el 18 y 19 de octubre, cuando el grupo islamista entregó dos cuerpos más a la Cruz Roja, que después los traspasó a las autoridades israelíes. Estos fueron identificados posteriormente como Ronen Engel, ciudadano israelí, y Sonthaya Akrasi, ciudadano tailandés, que murieron durante el ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, culpó a Hamás por los últimos incidentes. Afirmó haber consultado con su ministro de defensa y los jefes de seguridad, a quienes ordenó actuar con contundencia contra objetivos islamistas en Gaza. El ala militar de Hamás declaró en un comunicado que “no tenía conocimiento de ningún acontecimiento o enfrentamiento en la zona de Rafah”, y alegó que había perdido contacto con sus combatientes en esta zona hace meses.

Hamás indicó en un comunicado que una delegación de sus líderes llegó a El Cairo el domingo para dar seguimiento a la implementación del acuerdo de alto el fuego con mediadores y otros grupos palestinos. Pero Israel alega que el grupo islamista sigue manipulando el acuerdo, ya que considera que si tiene localizados el resto de los cuerpos sin vida de los cautivos.
Esperanza para las familias de los rehenes
Desde el Foro de Familias de los rehenes en Tel Aviv, que no cesará sus operaciones hasta que “el último regrese a casa”, bendijeron la inminente llegada de Vance. El vicepresidente y Witkoff fueron invitados a acudir a la “Plaza de los Rehenes” para reunirse con las familias.
“Su visita a Israel nos da esperanza”, declararon las familias de los rehenes fallecidos que aún permanecen retenidos en Gaza en una carta a los dos altos oficiales estadounidenses. Y avisaron: “tememos que nuestros seres queridos sean olvidados y que su destino permanezca desconocido durante décadas o incluso para siempre”.