Trump vuelve a la carga con una polémica petición sobre el caso Epstein

Trump sorprende al apoyar la desclasificación de los archivos de Epstein, mientras crece la presión política y se abre una investigación

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, hablando durante un evento político, en Washington (Estados Unidos).
EFE/ Octavio Guzmán ARCHIVO

La política estadounidense vuelve a sacudirse con las últimas declaraciones de Donald Trump. El presidente ha asegurado que estaría dispuesto a firmar cualquier proyecto de ley que llegue a su mesa y que permita desclasificar los archivos relacionados con Jeffrey Epstein, el empresario condenado por explotación sexual de menores y fallecido en prisión. La afirmación marca un cambio notable respecto a la actitud del primer mandato de Trump, cuando rechazó la publicación de estos documentos pese a mencionarlos con frecuencia en sus discursos de campaña.

La frase con la que Donald Trump confirmó su nueva postura —“Seguro, lo haría”— se convirtió rápidamente en el titular de la jornada. El republicano insistió en que su partido “no tiene nada que ocultar”, al tiempo que acusó a los demócratas de querer utilizar el caso Epstein como arma para “tapar los éxitos” de su gestión.

Presión a los republicanos y acusaciones cruzadas

En su intervención, Donald Trump dio un paso más al pedir directamente a los republicanos de la Cámara de Representantes que apoyen la legislación destinada a desclasificar los correos y documentos vinculados con Epstein. Según Trump, insistir en este asunto forma parte de una “farsa demócrata” coordinada por la “izquierda radical” para erosionar el liderazgo del Partido Republicano.

El presidente lamentó, además, que “algunos miembros del Partido Republicano están siendo utilizados” por sus adversarios políticos. Una queja recurrente en la retórica de Donald Trump, que intenta reforzar la idea de un partido dividido y presionado por fuerzas externas.

Donald Trump y el caso Epstein

Este giro discursivo se produjo apenas 24 horas después de que el Comité de Supervisión de la Cámara publicara una serie de correos electrónicos entre Epstein, Ghislaine Maxwell y el escritor Michael Wolff. En ellos, Epstein afirmaba que Donald Trump “pasó horas” con una de las víctimas del entramado de tráfico sexual. Un contenido que ha sido utilizado por sus detractores como prueba del estrecho vínculo entre ambos.

Efecto colateral: Larry Summers abandona la vida pública

Las repercusiones del caso Epstein no se limitan a la figura de Donald Trump. En paralelo, el exsecretario del Tesoro de Estados Unidos bajo la administración de Bill Clinton, Larry Summers, anunció su retirada de la vida pública tras la filtración de decenas de correos electrónicos que mantuvo con Epstein incluso años después de que el magnate fuera condenado.

Aunque Summers seguirá vinculado a sus tareas académicas, aseguró que abandonar la esfera pública es parte de un proceso para “reconstruir la confianza” y asumir la responsabilidad de una relación que él mismo calificó de “profundamente equivocada”. El caso ha vuelto a situar el foco sobre los vínculos entre Epstein y figuras destacadas de la política norteamericana.

Donald Trump y el caso Epstein
Jeff Epstein y Donald Trump, en Florida durante el año 1997.
Davidoff Studios Photography

La publicación de los correos ha llevado al Departamento de Justicia a anunciar una investigación “urgente e íntegra” sobre los presuntos vínculos del expresidente Bill Clinton con Epstein. Aunque la investigación responde a una solicitud formal del Gobierno, la presión pública generada por las últimas declaraciones de Donald Trump ha tenido un peso evidente en la decisión.

El presidente ha aprovechado este escenario para reforzar su mensaje: que los demócratas están “profundamente relacionados” con Epstein y que él mismo no tendría ningún problema en que se conozca toda la información. La estrategia de Donald Trump consiste en convertir la desclasificación en un gesto de transparencia que contrapone a sus rivales políticos.

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