Un Vox muy fuerte sigue siendo determinante en Extremadura. El partido liderado por Santiago Abascal sube de 5 a 11 escaños, siendo el gran ganador de la noche. Aunque el PP cumplió parte de su objetivo que era ganar la noche, sólo escalaron 1 escaño, por lo que Vox se implanta con más fuerza en Extremadura y ahora Guardiola tendrá que conseguir su abstención para continuar gobernando. Como ya avanzamos en Artículo14, desde la dirección del partido liderado por Abascal afirman que harán “valer” sus votos.
“No habrá presupuestos si Guardiola no se mueve”, avanzan en el partido, dejando saber volverán a implantar las mismas exigencias, e incluso más. Mientras, Santiago Abascal siguió la noche electoral desde la sede nacional acompañado de su equipo de trabajo, y desde allí amenazan que Guardiola no va a ser presidenta si “no acepta nuestras condiciones”.
Guardiola ha tardado una hora en salir, pensando cómo va explicar que ha gastado 7 millones de euros en unas elecciones para conseguir un diputado más.
— VOX 🇪🇸 (@vox_es) December 21, 2025
En Badajoz, lograron subir un 17,22%, llegando a los 56.732 votos. Por su parte, en Cáceres, también escalaron con fuerza, un 16,38% más, llegando a los 32.628 votos.
Su candidato, Óscar Fernández, celebró los resultados electorales asegurando que “Extremadura ha hablado alto y claro” y que lo ha hecho para pedir “más Vox, mucho más Vox, el doble de Vox”. Fernández reivindicó a su formación como “el ganador real de esta noche”, subrayando que Vox ha crecido frente a todos y ha derrotado al “bipartidismo” en la región. Además, advirtió de que el partido defenderá “cada uno de los votos con uñas y dientes” y que mantendrá exactamente las mismas posiciones que han defendido durante la campaña.

Por su parte, Abascal subrayó que Vox ha sido el partido que más ha crecido en votos, escaños y porcentaje, mientras que las dos formaciones del “bipartidismo” han visto reducido su respaldo en la región. A su juicio, son el único partido que ha hablado de “los problemas reales de los extremeños”, como la situación del campo, la inseguridad, la inmigración, la vivienda, los impuestos y la salida de jóvenes de la comunidad. También advirtió de que “los votos de Vox deben contar”.
La estrategia de una campaña electoral que ha estado claramente personalizada en la figura de su presidente, quien ha decidido tomar el control directo, relegando a un segundo plano al candidato autonómico, dio sus frutos para esta subida.
Además, desde el inicio, el tono ha sido abiertamente confrontacional, especialmente con la candidata del PP, María Guardiola, exigiéndole que si no pacta con Vox “habrá que cambiarla”. El choque entre ambas formaciones no solo no se ha suavizado, sino que ha ido en aumento conforme avanzaba la campaña. Abascal llegó a acusar a Guardiola de haberse puesto “en modo feminazi”, reprochándole que, a su juicio, haya asumido planteamientos ideológicos propios del feminismo institucional y que “nadie le pueda llevar la contraria”.



