Esta semana se vota en el Congreso de los Diputados el decreto para proteger a las empresas frente a los aranceles, y el Partido Popular de Alberto Núñez Feijóo no lo va a apoyar. Las negociaciones entre el ministro de Economía, Carlos Cuerpo y el responsable económico popular, Juan Bravo, iban relativamente bien. Por lo menos se reunían, intercambiaban documentación y mantenían una comunicación constante y fluida. Alargar la vida de las centrales nucleares era uno de los puntos que los populares pedían al Ejecutivo. Un punto más dentro de una lista de propuestas que incluían rebajas fiscales y un fondo de contingencia. Pero el apagón del pasado 28 de abril lo ha cambiado todo.
Así, la batalla por la nuclear se ha convertido en una de las puntas de lanza para Génova 13. El PP ya había llevado al Congreso una proposición de ley para la flexibilización del calendario de cierre de las centrales. España se acerca al apagón escalonado de los reactores que comenzará con la central de Almaraz (Cáceres). La casualidad quiso que Juan Bravo se encontrara físicamente en Almaraz cuando se produjo el apagón nacional.
Dos días después, el miércoles 30, Bravo mantuvo una última reunión con el ministro Cuerpo. El vicesecretario económico popular se desplazó hasta el ministerio con un documento de “puntos comunes”. La negociación se rompió porque, según fuentes del PP, el Gobierno no quiso incluir ninguna de sus medidas.
“Salimos de la reunión con el ministro peor que entramos. Si el Gobierno decide no apoyar a los sectores afectados con las propuestas que habían trasladado a través del PP, entenderá que no va a contar con nuestro apoyo”, sentenció Bravo ante los medios de comunicación. Se rompía así el único acuerdo posible entre Gobierno y PP de los últimos tiempos.
Según Génova 13, el Ejecutivo no les entregó “ninguna contrapropuesta”. “Simplemente, o aceptamos lo que ellos proponen o, si no, no hay nada más que hablar”, explican. “Así es imposible”, concluyen en la cúpula.
El PP da por suspendidas las conversaciones hasta que el Gobierno formalice avances en sus propuestas. “Por ahora, no se han movido de su postura. Si deciden cambiarla, que nos lo hagan saber”, dicen en la dirección de Feijóo.
Bravo y Cuerpo no han vuelto a hablar
Según ha podido saber Artículo14, Juan Bravo y el ministro Cuerpo no han vuelto a hablar. Desde el pasado miércoles no se ha restablecido la comunicación. Desde Génova insisten en que “es el Gobierno el que les expulsa de un acuerdo”, y cierran la puerta a seguir con la negociación si no es para avanzar en el plan que el propio Juan Bravo puso sobre la mesa de Carlos Cuerpo hace tres semanas.
Lo cierto es que, en la cúpula popular, creen que el Gobierno quería “dilatar el proceso” sin “concreciones” y sospechan que se quedaron “descolocados” cuando Bravo apareció -en la última reunión en el ministerio- con un documento que buscaba consenso: “El documento no vinculaba el apoyo a los PGE ni hablaba de deflactación, por ejemplo, para que pudiéramos salir con algo de la reunión”, explican fuentes populares.
Los de Feijóo creen que Cuerpo sólo contaba con explicarle a Bravo cómo se había desarrollado su último viaje a EEUU y que tampoco pretendían avanzar en la negociación. En las filas populares muchos sospechan que Sánchez quiere evitar a toda costa un acuerdo con el PP de Feijóo, aunque eso signifique “gobernar en contra de los intereses de los españoles”, relatan fuentes territoriales.
En este punto, gana la tesis de votar en contra del decreto contra los aranceles. Hasta hace un par de semanas, existía un debate interno en el PP entre los que defendían una abstención y los que eran partidarios del voto negativo. En las últimas horas, al sondear las filas de Feijóo, gana por goleada el voto en contra. Había sectores partidarios de “no dar ni agua” al Ejecutivo central.
Batalla feroz por la nuclear
Ya antes del apagón, el PP defendía el papel estratégico de la energía nuclear para la seguridad energética de España y había advertido de que cerrar las centrales en plena crisis es “una irresponsabilidad que compromete la competitividad, la sostenibilidad y el bienestar de las familias y empresas”. Tras esta última semana, han dado una vuelta de tuerca más.
Así, en la dirección nacional defienden que el cierre de centrales nucleares como Almaraz responde solo a “criterios ideológicos” y “sectarios” por parte del presidente del Gobierno. “Son incapaces de rectificar el plan de cierre de las nucleares. Es un capricho ideológico muy perjudicial”, critican fuentes del PP extremeño.
Además, en las filas populares defienden que cerrar las nucleares es condenar a la inseguridad energética a los españoles. Hay quien se decanta por un mix energético: “Todas las energías son necesarias. Renovables y nucleares”, declaró el presidente andaluz, Juanma Moreno, a la entrada del Congreso del PPE celebrado en Valencia
El Congreso del apagón
Un cónclave -celebrado por los europeos populares en tierras de Carlos Mazón– que estuvo completamente condicionado por ese apagón, tal y como informó este periódico. “Iba a ser el congreso de Mazón y ha sido el congreso del apagón”, verbalizaba (aliviado) un alto cargo popular.
Había mucha inquietud en las filas populares por el foco abrasador puesto en la participación de Mazón en la cumbre, pero el apagón del pasado lunes permitió diluir su presencia para gracia del líder popular, Alberto Núñez Feijóo. “Salvados por el apagón”, reconocía un líder territorial popular.