31 de octubre de 2023. La Princesa Leonor firma la Constitución ante las Cortes en presencia de sus padres, los Reyes, y su hermana. Su abuelo, el Rey Juan Carlos, no acude al Congreso. La Reina Sofía, tampoco, para no hacer diferencias. Horas después, El Pardo se convierte en el escenario de una fiesta privada a la que sí acuden los padres de Don Felipe.
Dos años después, se repite el modus operandi. En los actos por el 50 aniversario de la llegada de la democracia a España, el Congreso y el Palacio Real acogen el día 21 los actos conmemorativos, a los que el Rey Juan Carlos no está invitado -en el del Palacio de Oriente la Reina Sofía sí, ya que su hijo le impone el toisón de oro-. Un día después, el Palacio de El Pardo acoge una celebración privada a la que sí está invitado el Rey Juan Carlos.

Es en este limbo en el que se mueve la Casa del Rey para separar los actos institucionales, es decir, la Institución, del ámbito familiar. La hemeroteca habla por sí sola: la última foto entre el Rey Juan Carlos y su nieta heredera es del 6 de diciembre de 2018, con motivo de los actos de la Constitución. La última cita oficial de la Familia Real junta. Siete años después, no hay registro de ninguna otra imagen.
Asesores del Rey Juan Carlos le aconsejaron que no publicara las memorias
Pese a que el Tribunal Supremo cerrara la puerta en julio de este año a abrir una investigación al Rey Juan Carlos por cinco delitos fiscales, la polémica imagen del padre de Felipe ha provocado que la Casa del Rey no haya invitado al abuelo de la heredera a los actos del 21-N. La publicación de las memorias que han visto la luz en Francia y que llegarán a las librerías de España dentro de un mes no ha ayudado a “relajar” el clima. Más bien, al contrario. En Zarzuela afirman que no lo han leído, pese a que la Casa tenía constancia del contenido de algunos capítulos antes de su publicación. Fuentes del entorno de Don Juan Carlos afirman que se le desaconsejó rotundamente que llevara a cabo esta publicación de manos de Laurente Debray, pero el Rey padre -no le gusta que le llamen Emérito- hizo caso omiso, preocupado porque su legado en España no quedara explicado y reconocido como él considera.
Unos pasos de acercamiento congelados
Lo cierto es que Don Felipe había dado algunos pasos públicos hacia su padre, desde que se marchara de España -apartado de la vida oficial- para vivir en Abu Dabi en 2020 por, como le dijera a través de una carta pública, “la repercusión pública que generan ciertos acontecimientos pasados” de su “vida privada”. La escenificación en Windsor, en el funeral del Rey Constantino, fue de conciliación, en una imagen en la que Don Felipe ayudaba a su padre a salir de la Iglesia apoyado en su brazo. También, a través de los discursos, el Jefe del Estado mencionaba a su padre. El ejemplo más reciente fue la Pascua Militar de este año, cuando Felipe VI mencionó a su padre para referirse a las experiencias que viviría su hija a bordo del buque Juan Sebastián Elcano.

Y, aunque se espera que el Rey mencione a su padre en los actos por el 50 aniversario de la democracia -como no podía ser de otra manera, ya que Don Juan Carlos es el artífice de la restauración-, las memorias han marcado un punto de inflexión. El pasado septiembre, en 2024, los Reyes accedieron a que la Princesa Leonor viera a su abuelo en Marín, ya que el Rey Juan Carlos participaba en las regatas. Un encuentro que tuvo lugar con los Reyes presentes, lo que según relata el padre de Don Felipe en sus recuerdos es habitual desde siempre, ya que nunca estuvo a solas con ellas.
“En la abdicación y retirada de los actos oficiales de Don Juan Carlos, la Princesa quedaba muy lejos. Ahora, no”
En la abdicación del Rey Juan Carlos en 2014, lo prioritario era afianzar el reinado de Felipe VI. Ahora, con 20 años de edad, la situación ha cambiado, informan fuentes cercanas al Rey Juan Carlos. Hasta el punto de que ex jefes de la Casa, como Jaime Alfonsín, abogan por una reforma de la Constitución que garantice la continuidad en la Corona y modificar la ley semi sálica.
“Una de las características destacadas de la Monarquía es la continuidad y por eso los Reyes tienen eso que se llama “sentido dinástico”, es decir, sentido del pasado y del futuro de la Corona”, explica una persona que tuvo un alto cargo en la Casa del Rey. “La decisión de don Juan Carlos la marcó, entre otras cosas, su preocupación por la estabilidad y la continuidad de la Corona, lo mismo que ahora don Felipe tiene que velar por su reinado pero también por asegurar el de su hija”.

La tristeza del Rey Juan Carlos por no ver a su nieta
El Rey Juan Carlos relata en sus memorias que la princesa de Asturias le llamó antes del verano de 2021 para anunciarle sus buenas notas y su partida a Gales para estudiar en el UWC Atlantic College. El padre de Felipe VI asegura que su gran deseo es “forjar un vínculo” con la heredera y, por ende, “reavivar” su relación con Felipe VI. Según informan fuentes cercanas a él y que han ido a verle a Abu Dabi, en pequeños círculos, y ahora directamente a través del libro, lamenta no tener más relación con su nieta, para poder compartir con ella sus vivencias como Rey.


