Crisis en el PSOE

Críticos con Sánchez celebran los movimientos de Jordi Sevilla para que “el partido tenga pulso”

Ferraz obvia la intención del exministro de articular el enfado de cuadros y dirigentes con Sánchez. "No pisa una sede desde la primera comunión", se burla Óscar Puente

Jordi Sevilla, exministro y expresidente de Red Eléctrica.
Europa Press

La debacle electoral en Extremadura como punto de partida. Y las próximas citas en el calendario electoral como combustible. El exministro y expresidente de Red Eléctrica Jordi Sevilla sorprendió este martes, a las puertas de Nochebuena, anunciando una iniciativa para contribuir a modificar el rumbo del PSOE, al que considera “podemizado” bajo la batuta de Pedro Sánchez.

El Confidencial avanzó que Sevilla aspira a lanzar un manifiesto en enero para articular el enfado de cuadros y dirigentes socialistas. Que busca generar el caldo de cultivo para reorientar al partido en la era posterior a Sánchez.

En una entrevista en Europa Press, Sevilla matizó que se da de plazo hasta verano para intentar aglutinar el descontento que aprecia en su partido. Y reconoció que aspira a que las próximas citas electorales puedan ir “moviendo el terreno”, “cambiando las percepciones” y las “urgencias”.

En un PSOE en el que el presidente castellanomanchego, Emiliano García-Page, es la voz principal a la hora de cuestionar al jefe del Ejecutivo, esta idea es celebrada por algunos exdirigentes. Un cargo público sostiene que “está muy bien” que la gente “se agrupe para aportar criterio y opinión”; para que “el partido tenga pulso y opinión por encima de intereses particulares”.

Sin “cultura de organización” para “plantear” debates de calado

“Está todo el mundo muy conectado ahora”, apostilla el mismo interlocutor. Hace apenas unas semanas, lamentaba que en el PSOE actual, particularmente tras los congresos que han reforzado el control del aparato sobre los territorios, no hay “cultura de organización como para plantear” debates abiertos. Y cree que este movimiento puede favorecer un cambio en este sentido.

El propio Page ha pedido reiteradamente a Sánchez que convoque las elecciones generales con suficiente distancia de las municipales y autonómicas de 2027, para evitar un posible efecto contagio en los territorios. Tras el escándalo del caso Santos Cerdán, en junio, la expresidenta andaluza y senadora, Susana Díaz, también exigió sacar las urnas este año.

Se sumaron, poco después, los alcaldes socialistas de Mérida y León, Antonio Rodríguez Osuna y José Antonio Díez. Después, con la crisis de las denuncias contra distintos mandos socialistas por  supuesto acoso sexual , la presión de algunas de las mujeres del PSOE evidenció su malestar con la cúpula de Ferraz por su mala gestión, particularmente en lo referido al caso Salazar. El viernes 12, en una reunión de más de tres horas con las responsables territoriales de Igualdad, la cúpula llamó al cierre de filas.

En esta crisis, hubo voces socialistas que apuntaron a un posible ajuste de cuentas con Sánchez para explicar cómo se estaban utilizando estos escándalos. Señalaron hacia algunos territorios, particularmente a Asturias y a la exvicesecretaria general del partido, Adriana Lastra, hoy delegada del Gobierno en la región y más que distanciada de Sánchez. Ejerció como una de las voces más críticas durante lo peor de la crisis.

Hasta ahora los recados al presidente, las reivindicaciones o exigencias de los territorios por distintas causas, se han sucedido casi de forma aislada. La intención que expresa uno de estos críticos es que puedan agruparse y organizarse frente al férreo y presidencialista liderazgo del presidente del Gobierno.

No para intentar descabalgarlo de la Secretaría General hoy, sino para abrir debates y preparar el partido para la etapa en la que Sánchez sea relevado. Hay algunas voces críticas en el Comité Federal, pero no así en la Ejecutiva, que lleva el día a día del partido.

De hecho, voces del máximo órgano de dirección del PSOE explican que nadie va a disparar contra el jefe del Ejecutivo mientras tenga en su mano las llaves de La Moncloa, por debilitado que pueda parecer. “El miedo de la mayoría de los dirigentes territoriales a una base conectada emocionalmente con Sánchez lo impide”. Según esta fuente, no hay previsión de que nadie se atreva a alzarse en armas a cara descubierta.

 

El PSOE obvia los movimientos de Sevilla y Puente tira de ironía

Por su parte, fuentes socialistas han rechazado pronunciarse sobre la iniciativa de Sevilla: “Nada que comentar”. Una de las voces de la dirección le resta importancia, y dice no tener constancia de que haya más dirigentes y cuadros, aparte de los que ya han criticado a Sánchez en público, que aboguen por alejar las generales de las autonómicas y municipales.

El ministro de Transportes, Óscar Puente, optó por tirar de ironía ante la ofensiva de Sevilla: “Yo le invitaría a que vaya por las sedes, que no pisa desde la primera comunión, a recoger firmas de adhesión al manifiesto. Va a tener un éxito arrollador”, escribió en su perfil en la red social X.

Por otra parte, los movimientos del exministro de Administraciones Públicas con José Luis Rodríguez Zapatero coincidieron con el último Consejo de Ministros del Año. El Gobierno aprovechó esta cita para aprobar la nueva subida de las pensiones, así como una prórroga del llamado escudo social puesto en marcha durante la pandemia. También extendió las ayudas al transporte público y oficializó el abono único de transportes, que costará la friolera de 1.371 millones de euros.

A las puertas de Nochebuena, el Ejecutivo ha reducido sensiblemente su actividad. Y espera que el parón navideño les permita tomar oxígeno y diluir las crisis que les desgastan.

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